Un montañero francés de 67 años perdió la vida este martes tras precipitarse mientras ascendía por la cresta sureste de los Picos de los Gabietos, en el término municipal de Fanlo y dentro del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Los Gabietos forman un macizo con dos cumbres principales: el Gabieto Occidental (3.035 m) y el Gabieto Oriental (3.027 m), situados al oeste del Taillón y unidos por una aérea arista rocosa. Su acceso puede realizarse desde la Pradera de Ordesa, atravesando pasos tan exigentes como las Clavijas de Carriata, o desde el valle de Bujaruelo, por itinerarios más largos y técnicos. La arista suroeste es uno de los recorridos clásicos para unir ambas cimas, ofreciendo terreno expuesto y pasos de escalada en roca de grado I-II.
El accidente en la arista
Según el comunicado oficial de la Guardia Civil, el montañero sufrió un tropiezo en un tramo expuesto de la cresta y cayó al vacío sin que su compañero, de 68 años y también de nacionalidad francesa, pudiera evitarlo. Pese a la rápida activación del GREIM de Boltaña, la Unidad Aérea de Benasque y un médico del 061, cuando los equipos de rescate llegaron al lugar el montañero ya había fallecido a causa de las graves heridas sufridas en la caída. El cuerpo fue trasladado en helicóptero hasta la helisuperficie de Boltaña, donde lo esperaban los servicios funerarios antes de su traslado al Hospital Provincial de Huesca.
Un pico exigente y técnico
Los Gabietos, de 3.035 metros, son dos cumbres más destacadas de Ordesa y se alzan sobre la frontera natural que une el valle de Bujaruelo con la cabecera de Ordesa. Su ascensión no es sencilla: desde la Pradera de Ordesa exige superar las Clavijas de Carriata, pasos equipados y expuestos que requieren seguridad y experiencia en montaña. La ruta desde Bujaruelo, más larga y técnica, discurre por una arista rocosa de grado I-II, con tramos aéreos que obligan a mantener la concentración en todo momento. La cresta sureste, donde se produjo el accidente, es uno de los puntos de mayor exposición.
Rescates cada verano
El suceso recuerda la dureza y los riesgos que esconden los tresmiles del Pirineo, incluso en itinerarios considerados “clásicos”. Cada temporada, la Guardia Civil de Montaña interviene en decenas de rescates en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, muchos de ellos por caídas en terreno escarpado o por tropiezos en pasos expuestos como el de Gabietos.
