Simone Moro regresará al Manaslu invernal en estilo alpino

Simone Moro prepara su sexto intento invernal al Manaslu en estilo alpino y sin oxígeno

Entrevista

Diálogo con el escalador Eneko Pou

El alpinista italiano Simone Moro adelantó a Eneko Pou, en una charla distendida, que este invierno atacará el Manaslu en estilo alpino y sin oxígeno, en su sexto intento, con la cascada de hielo como gran obstáculo

Manaslu Simone Moro
Manaslu, 8.163 m, objetivo invernal de Simone Moro en estilo alpino y sin oxígeno. Castillo de Ambras,

El alpinista italiano Simone Moro avanzó a Eneko Pou, en una conversación distendida, que este invierno regresará al Manaslu. Será su sexto intento y quiere afrontarlo en estilo alpino y sin oxígeno. La revelación llegó en un diálogo a modo de entrevista conducido por Pou durante el encuentro anual de embajadores de The North Face, celebrado en la costa de Oaxaca, México.

Eneko Pou. Simone, te marchas otra vez de expedición. ¿Qué te empuja de nuevo al Manaslu en pleno invierno?

Simone Moro. Me gusta cerrar los proyectos que tengo en la cabeza. El Manaslu es asequible en temporada normal con oxígeno y logística pesada, pero en invierno se transforma. Es probablemente la montaña más nivosa del Himalaya. Para que se entienda: en el Everest caen de media 1,5 metros de nieve al año; en el Manaslu, 5,2 metros. Ese contraste lo cambia todo.

Eneko Pou y Simone Moro,
Simone Moro, en diálogo con Eneko Pou, confirmó su regreso invernal al Manaslu en estilo alpino y sin oxígeno. (Copyright/HP)

“El Manaslu es la montaña más nivosa del Himalaya”

E. P. Hablas de ir en estilo alpino y sin oxígeno. ¿Qué cambia respecto a un asedio clásico?

S. M. Cambia todo. En alpino te mueves ligero y continuo, sin cuerdas fijas, sin porteos repetidos, sin escaleras en la cascada de hielo. Nadie ha completado un ochomil invernal en estilo alpino, así que no es una primera absoluta de cumbre, pero sí una primera en la forma de hacerlo, que para mí es la esencia.

“Estilo alpino y sin oxígeno, esencia pura”

E. P. Este año mencionas una cascada de hielo muy abierta. ¿Es el principal obstáculo?

S. M. Es uno de ellos. Ahora mismo la cascada está llena de grietas y en alpino no puedes montar escaleras. Parece que el serac principal es grande pero manejable. Si lo logramos gestionar, será crucial. Tengo esperanza.

“Cascada abierta, sin escaleras, manejar serac”

E. P. ¿Cómo afrontas la aclimatación en un estilo tan exigente?

S. M. Con suerte de meteo y mucha disciplina. El ritmo de subir y bajar rápido te lo marca la montaña. Hay que llegar con el trabajo hecho y escuchar el cuerpo cada día.

E. P. Tu currículum invernal impresiona. ¿Dónde encaja este Manaslu en tu trayectoria?

S. M. Llevo 22 expediciones invernales y 75 en total por Himalaya, Patagonia, Pamir y Tien Shan. He conseguido cuatro primeras invernales en ochomiles. Si el Manaslu sale, sería mi quinta gran invernal en el sentido de abrir camino con otra ética: alpino y sin oxígeno.

glaciar Manaslu
Vista parcial del glaciar del Manaslu, donde la nieve profunda y las grietas anticipan el mayor desafío de la próxima expedición invernal. (Copyright/Anna Dudko/Dreamstime.com)

“Abrir camino con otra ética alpina”

E. P. Siempre se habla del “reparto” del ochomilismo invernal entre los polacos y tú, y luego llegaron otros montañeros.

S. M. Históricamente empujaron los polacos y después también yo. Luego Denis Urubko, Alex Txikon y otros se sumaron al juego. Pero es cierto que primero lo manejaron los polacos y, después, yo.

Eneko Pou cierra el relajado diálogo con un “suerte y a por todas”, y el puño de Simone Moro se encuentra con el suyo. Quedan en salir a rodar un rato antes del atardecer. El italiano, ya con la mirada en invierno, lo deja en una frase breve: “nos vemos”. Fin de la conversación. Empieza la cuenta atrás.

Pocos lo recuerdan: Fernando Garrido y su ascensión al Cho Oyu en invierno y sin oxígeno (1988)

La primera invernal en solitario y en estilo alpino a un ochomil lleva el nombre del aragonés Fernando Garrido. El 6 de febrero de 1988, Garrido coronó el Cho Oyu (8.201 m) en invierno, solo y sin oxígeno, firmando un hito pocas veces citado. Partió desde un vivac a ~5.850 m y completó la ascensión con frío intenso y viento, sin cuerdas fijas ni apoyo externo. En el proceso, un temporal destrozó el campamento base y tuvo que construir un refugio de piedras para continuar con seguridad.

Antes de esta gesta, permaneció 62 días continuados en la cima del Aconcagua (6.962 m), récord de permanencia en altura que todavía sigue vigente.

Su ascenso invernal al Cho Oyu pasó en España casi desapercibido y en el incipiente ochomilismo. .

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por hermanospou (@hermanospou)

  • Newsletter Turiski

    Recibe cada jueves toda la actualidad outdoor en tu correo electrónico.

  • Miquel Ribas

    Periodista y Editor de Turiski