Aprende a elegir bien tu primera capa: la clave para mantenerte seco y cómodo en montaña

La primera capa: la base de todo sistema técnico de vestimenta

Cuando hablamos de vestirse por capas para salir a la montaña, la primera capa o base layer -en ingles-  es la base sobre la que todo funciona o se viene abajo. Es la prenda que va en contacto directo con la piel y, aunque pueda parecer secundaria, es una de las más importantes para mantenerte seco, cómodo y protegido durante tu actividad al aire libre o tu salida de senderismo.

Una camiseta técnica mal elegida puede dejarte empapado de sudor, provocar enfriamiento al parar o simplemente hacerte sentir incómodo durante toda la ruta. Por el contrario, una primera capa adecuada te permitirá regular tu temperatura corporal, evacuar la humedad y evitar rozaduras, incluso en jornadas largas de senderismo o montaña.

Vamos a descubrir qué hace especial a esta capa, qué materiales son los más adecuados, qué grosor usar según la estación y, sobre todo, cómo elegir bien para cada actividad.

¿Cuál es la función de la primera capa?

La primera capa tiene una misión muy clara: gestionar la humedad que genera el cuerpo al transpirar. No se trata de abrigar -eso es función de la segunda capa-, sino de mantener la piel seca y favorecer la transpiración hacia el exterior.

Esto se consigue mediante tejidos técnicos que absorben el sudor de la piel y lo expulsan hacia las capas superiores, donde puede evaporarse más fácilmente.

En resumen: la primera capa no abriga, pero sí protege del enfriamiento que puede producirse por la acumulación de humedad.

Tipos de materiales: ¿sintéticos o naturales?

Los dos grandes grupos de tejidos usados en primeras capas son:

1. Tejidos sintéticos (poliéster, poliamida, elastano)

• Ventajas: secado rápido, ligeros, buena gestión del sudor, más económicos.
• Inconvenientes: pueden retener olor tras un uso prolongado, no son tan cálidos en invierno.
• Ideales para: actividades intensas en climas cálidos o moderados, o si priorizas ligereza y evacuación rápida.

2. Fibras naturales (lana merina)

• Ventajas: gran regulación térmica, no retiene olores, suave y cómoda, mantiene calor incluso húmeda.
• Inconvenientes: precio más alto, algo más delicada en el lavado, seca más lento.
• Ideales para: senderismo en climas fríos, rutas de varios días, actividades de baja/media intensidad.

¿Qué grosor elegir según la actividad y el clima?

La mayoría de fabricantes clasifican las camisetas térmicas en tres categorías según su gramaje (peso por metro cuadrado de tejido). Aunque no es una norma universal, puede servirte como guía rápida:

• Ligeras (100-150 g/m²): Para verano o actividades muy intensas. Ideales como capa única.
• Intermedias (180-220 g/m²): Polivalentes. Buen equilibrio entre evacuación y retención térmica. Aptas para primavera, otoño o días frescos.
• Gruesas (250 g/m² o más): Uso invernal o en condiciones de mucho frío. Aportan más calor pero evacúan algo menos.

Consejo: si solo vas a tener una camiseta técnica, elige una de grosor intermedio: versátil, adaptable y útil todo el año.

Diseño y ajuste: ¿cómo debe quedarte?

Una buena primera capa debe quedar ceñida pero cómoda, en contacto directo con la piel para que cumpla su función de evacuación de humedad.
Evita tallas muy sueltas (no evacuarán bien) o demasiado ajustadas (pueden limitar el movimiento).

Otros detalles importantes:

• Costuras planas para evitar rozaduras.
• Cuello alto o bajo según la estación.
• Cremallera en el pecho (media cremallera) para facilitar ventilación.

¿Se usa solo en la parte superior?

No. Aunque las camisetas técnicas son las más comunes, también existen primeras capas para las piernas, sobre todo en condiciones frías o de alta montaña:

• Mallas térmicas: finas, transpirables, ajustadas. Se usan bajo el pantalón exterior.
• Ropa interior técnica: transpirable y sin costuras, también forma parte del sistema de evacuación del sudor.

¿Es lo mismo una camiseta térmica que una primera capa?

En muchos casos, sí. Pero conviene matizar: una camiseta térmica puede cumplir distintas funciones (interior o segunda capa ligera). La verdadera primera capa técnica está diseñada específicamente para evacuar la humedad, no para abrigar.

Errores comunes al elegir la primera capa

Incluso los más experimentados pueden cometer errores al vestirse. Aquí algunos de los más frecuentes:

• Usar algodón: es cómodo y barato, pero se empapa con el sudor y tarda en secar. Te dejará frío en cuanto pares.
• Confundir calor con aislamiento: no elijas la primera capa por lo que abriga, sino por cómo gestiona la humedad.
• Pensar que todas las camisetas técnicas son iguales: el tejido, el grosor y el ajuste marcan la diferencia.
• Elegir por estética y no por función: en montaña, lo importante es la comodidad, no el diseño.
• No adaptarse a la actividad ni al clima: no es lo mismo una ruta corta en verano que un trekking de varios días en otoño.

¿Qué primera capa elegir según tu actividad?

Aquí una guía rápida según tipo de salida y clima:

• Senderismo de verano (clima seco): sintética ligera (poliéster), ajuste cómodo, secado rápido.
• Senderismo en primavera/otoño: tejido intermedio, mejor si es mezcla o lana fina.
• Alta montaña o travesías invernales: lana merina de grosor medio o grueso.
• Actividades de alta intensidad (trail, marcha rápida): tejido ultraligero, máxima evacuación.

La primera capa es más que una camiseta

En definitiva, la primera capa no se trata solo de «ponerse una camiseta», sino de vestirse con lógica térmica y técnica. Es la capa que más en contacto estará contigo, durante horas, y puede marcar la diferencia entre disfrutar del camino o sufrirlo.

No escatimes en calidad ni funcionalidad: acertar con esta prenda mejora tu rendimiento, tu confort y tu seguridad.