Bastones de senderismo: ¿los necesitas?

¿Por qué llevar bastones de senderismo? Claves para elegir y usar correctamente

Análisis

Si haces muchos kilómetros, cargas con peso o atraviesas terrenos irregulares, los bastones de senderismo ayudan a reducir el impacto sobre las articulaciones, especialmente en rodillas y tobillos. Además, mejoran la estabilidad y hacen que cada paso sea más eficiente y cómodo

¿Qué llevar en tu mochila para un día de senderismo? Los imprescindibles para no fallar en la montaña

Bastones senderismo
Unos buenos bastones de senderismo pueden marcar la diferencia en rutas largas o con desnivel, protegiendo tus articulaciones y mejorando la estabilidad. (Copyright/Getty Images)

¿Bastones de senderismo o solo un apoyo improvisado?

En la montaña, no todo vale. Y aunque algunos excursionistas o senderistas aún piensan que cualquier palo o cayado que se usa para sostenerse sirve como apoyo, la diferencia entre eso y un buen par de bastones de senderismo técnicos es enorme.

¿De verdad necesitas bastones de senderismo?
Es una pregunta frecuente entre quienes empiezan o incluso entre senderistas experimentados. A simple vista pueden parecer opcionales, pero en recorridos largos o con peso, se convierten en aliados esenciales.

Los bastones no solo sirven para apoyarse: reparten el esfuerzo entre brazos y piernas, alivian las articulaciones, mejoran la estabilidad y ayudan a mantener un buen ritmo. En este artículo te contamos cuándo es recomendable usarlos, qué ventajas aportan y cómo elegir el modelo adecuado según tu tipo de actividad.

Bastones senderismo
Hay bastones telescópicos, plegables, de aluminio o carbono: elegir el tipo adecuado depende del terreno y de tu estilo de actividad. (Copyright/Getty Images)

¿Llevas bastones o solo llevas dos palos con punta?

En el mundo del senderismo, muchas veces nos planteamos: ¿realmente necesito unos bastones o me basta con agarrar un par de palos que encuentre?. En este articulo explicaremos por qué los bastones de senderismo pueden marcar la diferencia, cuándo conviene llevarlos y cómo elegirlos bien.

Cuando caminamos montaña arriba o montaña abajo, haciendo kilómetros y con un peso «extra» en la mochila, nuestras articulaciones -rodillas, tobillos, caderas- van a sufrir.  Pensad que todo el peso se reparte en las dos piernas. Sin embargo, si utilizamos bastones, repartimos parte de ese esfuerzo entre cuatro puntos de contacto (dos piernas + dos brazos con bastones), quitando carga a nuestras articulaciones.

¿Por qué usar bastones?

  • Según investigaciones en biomecánica, los bastones reducen la carga en las extremidades inferiores y mejoran la estabilidad cuando transportamos carga.
  • También ayudan a mantener el equilibrio en terreno inestable, lo que reduce el riesgo de caídas.
  • Además, pueden servir para mantener un mejor ritmo de marcha y una postura más erguida.

¿Cuándo es más recomendable llevarlos?

  • Cuando la salida va a ser larga, con muchas horas de caminata, y vas a cargar mochila pesada.
  • En terreno con pendientes importantes (subidas o bajadas) o zonas con piedra suelta, nieve, ríos, donde la estabilidad se complica.
  • Si tus rodillas o tobillos tienden a resentirse o ya tienes alguna molestia: los bastones pueden aliviar parte del impacto.
  • Si buscas comodidad para avanzar más tranquilo o reducir fatiga.
bastones excursionismo
Ligereza, resistencia y buen agarre: tres claves que definen unos bastones de senderismo bien elegidos para cualquier ruta en montaña. (Copyright/Getty Images)

¿Cuándo quizá no los uses?

  • En recorridos muy cortos, sin desnivel, terreno liso donde la ventaja es mínima.
  • Si te has especializado en trailrunning o zonas donde el uso de las manos es constante (trepadas, crestas estrechas) y los bastones entorpecen.
  • Si prefieres tener las manos libres o cargar otro tipo de material donde los bastones añadan más complicación de lo que quitan.

¿Qué tener en cuenta al comprar unos bastones?

Aquí vamos a ver los criterios clave para elegir bien los bastones de senderismo, de modo que realmente hagan su trabajo y no se conviertan en un mero estorbo.

  1. Número de bastones: Es imprescindible llevar dos, uno para cada mano, para evitar descompensaciones físicas. Si solo llevas uno, pierdes parte de la ventaja de repartir la carga.
  2. Mango ergonómico: El mango debe ser cómodo (escotado, antideslizante), adaptarse bien a tu mano y no rozar cuando caminas con ellos. Un buen agarre mejora control y reduce fatiga.
  3. Sistema de cierre / ajuste de longitud:
    • Hay bastones cónicos (tipo que encajan unos tubos dentro de otros) y bastones con palometa (rosca de apriete).
    • Yo personalmente prefiero los de palometa: un poco más pesados, sí, pero más duraderos: si se aflojan, solo aprietas la rosca, mientras que los sistemas cónicos tienden a deteriorarse más rápido.
  1. Longitud ajustable: Debes poder ajustar la altura en función del terreno (subida, bajada) para aprovecharlos al máximo.
  2. Materiales y peso: Aluminio o carbono. El peso disminuye la fatiga general, pero los materiales más ligeros suelen costar más. Es un equilibrio.
  3. Puntas y accesorios: Las puntas deben tener buen agarre (rocas, barro, nieve). Puede haber «cestas» para nieve, tapas para roca. Y que permitan adaptarse al terreno.
  4. Correa de muñeca: Una buena correa evita que se te caiga el bastón, mejora la empuñadura, y transmite fuerza sin tener que apretar demasiado el mango.
  5. Adaptabilidad al uso que haces: Si haces salidas tranquilas, bastones básicos pueden valer. Si haces trekking técnico, mochila pesada o nieve… busca gama más alta.
Bastones trailrunning y skyrunning
Los bastones no solo se usan en senderismo: también son cada vez más habituales en disciplinas como el trailrunning o el skyrunning, donde ofrecen impulso y estabilidad. (Copyright/Getty Images)

Cómo usar los bastones para sacarles el máximo partido

No basta con llevarlos: hay técnica, aunque sencilla, que hace que cumplan su función.

  • Ajusta la longitud del bastón de forma que, de pie y con el brazo casi en ángulo de 90°, el bastón llegue al suelo sin forzar.
  • En subida: acorta un poco los bastones para empujar hacia delante y arriba.
  • En bajada: alarga ligeramente los bastones, plántalos por delante del cuerpo, sirve para «frenar» la bajada y reducir impacto en rodillas.
  • Al caminar: sincroniza brazo‑pie opuesto: cuando avanzas con pie derecho, planta el bastón izquierdo, y viceversa. Esto mantiene un buen ritmo y equilibrio.
  • Suelta un poco la muñeca: no agarres como una raqueta de tenis, déjalos actuar como apoyo, no cargar solo de brazos.
  • En terreno irregular o cruzando río: usa los bastones como sondas para probar el agarre o profundidad.
  • Guarda los bastones cuando haya tramos donde uses mucho las manos (trepadas, zonas muy técnicas, crestas), para que no te entorpezcan.
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