¿Conoces el softshell? Si haces senderismo, te gusta salir al monte o eres fan de las actividades al aire libre, es muy probable que lo hayas visto o incluso llevado… aunque quizás sin saberlo. No es impermeable, pero aguanta bastante bien la lluvia fina. No es un forro polar, aunque abriga. Y no es una hardshell –chaqueta exterior impermeable y cortavientos, diseñada para ofrecer máxima protección frente a lluvia, nieve o viento intenso en actividades de montaña-, pero te protege del viento. Entonces… ¿qué es exactamente?
En artículos anteriores en Turiski te hablábamos del sistema de capas. Pues bien, el softshell es una prenda híbrida que se sitúa a caballo entre la segunda capa (aislante) y la tercera capa (cortavientos o impermeable). Su función principal es ayudarte a mantener el calor corporal como un forro térmico, mientras te protege del viento y repele la humedad ligera. Es decir, se comporta como un polar cortavientos que además soporta una llovizna, gracias a su tratamiento perlante.
Y aquí llega una de sus mayores ventajas: nos ahorramos peso y volumen, ya que, en lugar de llevar dos prendas (una cálida y otra cortavientos), llevamos solo una. Eso sí, hay que tener clara su limitación: no es impermeable. Por eso es ideal para salidas en épocas de entretiempo, excursiones con buena previsión meteorológica o días con viento pero sin lluvia fuerte.
Ventajas del softshell: comodidad, versatilidad y ligereza
Usar softshell en montaña o senderismo implica aprovechar una serie de ventajas que lo hacen muy atractivo:
- Buena transpirabilidad: permite evacuar el sudor sin acumular humedad, ideal para rutas activas.
- Flexibilidad y libertad de movimiento: los tejidos suelen tener elasticidad, por lo que escalar, caminar o moverse con mochila no supone restricciones.
- Calor y protección moderada: gracias al forro interior, aporta abrigo; y su capa exterior cortaviento ayuda a mantener la temperatura corporal.
- Ligereza y practicidad: ocupan poco espacio, pesan menos que muchas chaquetas con aislamiento o impermeables — perfectas para viajes o rutas largas.
- Resistencia al viento y al agua ligera: aunque no son impermeables, muchas tienen tratamiento repelente o membranas de baja intensidad que sirven bien para lluvia ligera o llovizna.
Por tanto, el softshell es ideal para climas templados o variables, cuando la prioridad es moverse cómodo, mantenerse cálido sin sudar y no cargar demasiado equipo.

¿Limitaciones? Lo que debes tener en cuenta
El softshell no es una prenda todoterreno para cualquier condición. Ten en cuenta lo siguiente:
- No es totalmente impermeable: en caso de lluvia intensa o prolongada, necesitarás una hardshell.
- En climas de frío intenso o con nieve abundante, su aislamiento puede quedarse corto — en ese caso, combínalo con otras capas.
- La repelencia al agua puede disminuir con el tiempo por el uso o los lavados, así que conviene aplicar tratamientos DWR (Durable Water Repellency) cuando sea necesario.
¿Cuándo es ideal usar softshell?
El softshell es una prenda muy versátil, perfecta para:
- Senderismo o trekking en primavera, otoño o climas templados, con pocas probabilidades de lluvia.
- Salidas activas como escalada, esquí de travesía, ciclismo o rutas rápidas, donde se busca movilidad y transpirabilidad.
- Jornadas de montaña con viento o temperaturas frescas, sin exposición prolongada al agua.
- Como capa intermedia entre una térmica y una hardshell, si puede cambiar el clima.
- También funciona muy bien en viajes o escapadas urbanas, cuando buscas abrigo ligero y funcional.
¿Softshell o hardshell? ¿Cuál elegir?
La elección depende de la actividad y las condiciones previstas.
- El softshell destaca por su comodidad, transpirabilidad y polivalencia.
- La hardshell, por su parte, es la prenda de protección total frente a elementos extremos como lluvia fuerte, nieve o viento intenso.
Si el clima es seco o moderado, el softshell es tu mejor aliado. Pero si te adentras en la montaña con previsión de tormenta, o haces actividades alpinas, lleva una hardshell sí o sí. Muchos usuarios optan por llevar ambas: usan el softshell durante la actividad y guardan la hardshell en la mochila por si cambia el tiempo.
Mi recomendación: por qué tú también deberías tener un buen softshell
Si planeas hacer senderismo, trekking o simplemente disfrutar del monte sin complicarte con equipamiento técnico excesivo, un softshell es una de las mejores compras que puedes hacer. Es cómodo, ligero y se adapta a muchas situaciones: días ventosos, rutas secas, escapadas de media montaña o incluso viajes urbanos.
Para muchos usuarios —especialmente quienes se inician en el outdoor— un buen softshell será esa prenda de confianza que siempre va en la mochila. Y créeme: le sacarás más partido del que imaginas.
Ventajas clave del softshell en montaña
Transpirable y elástico, ideal para actividades dinámicas en montaña. Proporciona calor y protección contra viento o lluvia ligera, manteniendo ligereza y libertad de movimiento. Perfecto para senderismo, trekking, escalada o salidas al aire libre en clima moderado. No reemplaza una impermeable en lluvia intensa o nieve persistente.



