Un esquiador de montaña catalán de 32 años falleció al quedar sepultado por un alud de nieve en la zona del Pic Blanc, en el entorno del Pas de la Casa (Andorra), mientras realizaba una actividad de skimo acompañado de su pareja. En el momento del accidente, ambos iban sin los esquís puestos. El alud se desencadenó poco antes de las dos de la tarde, en un sector de alta montaña situado entre el Pic Blanc (2.725) y el Pic Negre (2821m), en el área de Coll del Isards, muy expuesto al viento y con presencia de placas inestables.
Alud en la zona de los Isards
Según informaron los Bomberos de Andorra, el aviso llegó al servicio de emergencias unos diez minutos antes de las 14.00 horas. Fue la pareja del excursionista quien llamó para alertar de que ambos habían sido alcanzados por un alud y habían quedado atrapados en la nieve durante el descenso, con los esquís cargados a la espalda. La mujer consiguió mantenerse en superficie, pero el hombre desapareció bajo la nieve.
Ante la gravedad de la situación, se activó de inmediato un dispositivo de rescate por vía aérea. En una primera rotación del helicóptero se desplazaron hasta la zona dos rescatistas del grupo de montaña y un guía canino con su perro. En una segunda rotación estaba previsto trasladar a otro rescatista, a un sanitario y a un segundo guía canino que debía ser recogido en Canillo. Sin embargo, antes de completar este refuerzo los primeros equipos ya comunicaron que el hombre había sido localizado.
Operativo de rescate por aire
El esquiador de montaña no llevaba detector de víctimas de aludes (DVA o ARVA), por lo que la localización dependió por completo del trabajo del perro de rescate. El equipo canino consiguió encontrarlo en menos de media hora desde la llamada de alerta, enterrado bajo la nieve en la zona de los Isards. Cuando los rescatadores llegaron hasta él, el hombre se encontraba en parada cardiorrespiratoria.
En el mismo lugar del accidente se iniciaron maniobras de reanimación cardiopulmonar, en las que participaron los rescatistas de montaña y el sanitario de los bomberos desplazado en helicóptero. Posteriormente, en una tercera rotación, se trasladó hasta el punto del alud a un médico del Servicio de Urgencias Médicas (SUM) para intentar profundizar en las maniobras de reanimación. Finalmente, se decidió evacuar al excursionista en helicóptero hasta el hospital.
Pese a todos los esfuerzos desplegados sobre el terreno y en el centro sanitario, los equipos médicos no pudieron revertir la parada cardiorrespiratoria y únicamente pudieron certificar el fallecimiento del hombre. La víctima, catalana y no residente en Andorra, realizaba esquí de montaña fuera del dominio esquiable cuando se produjo el desprendimiento.
Montaña inestable y llamada a la prudencia
Mientras se intentaba recuperar al esquiador de montaña, también se movilizó al grupo de montaña de la Policía, que ya efectuó una primera inspección en la zona para esclarecer con detalle las circunstancias del accidente. La investigación deberá determinar, entre otros aspectos, el punto exacto de partida del alud, el tipo de placa que se desprendió y las condiciones del manto nival en el momento del suceso.
Los bomberos han advertido de que en los últimos días no se han registrado nevadas especialmente abundantes, pero sí episodios de fuerte viento en las cotas altas. Estas rachas han generado acumulaciones irregulares de nieve y placas muy inestables en determinadas vertientes, lo que convierte la montaña en un entorno “muy peligroso” pese a la apariencia de poca nieve. Protección Civil ha emitido un aviso pidiendo extremar las precauciones en las salidas de alta montaña, especialmente en itinerarios fuera pista.
Además, las autoridades recuerdan que los sectores de Pas de la Casa y Grau Roig de Grandvalira todavía no están plenamente operativos y está previsto que inicien la temporada el 4 de diciembre. Hasta entonces no están activados todos los dispositivos específicos de invierno y, en muchos sectores de alta montaña, aún no se aplican las medidas de control y prevención de aludes que son habituales con la temporada en marcha. Por ello insisten en la importancia de informarse del estado del manto nival, elegir cuidadosamente los itinerarios y llevar siempre el material básico de seguridad en terreno invernal, como el DVA, la pala y la sonda.



