Primož Roglič inauguró el palmarés de la Andorra Cycling Masters con una victoria sólida cimentada en la cronoescalada al Coll de la Gallina y rematada en el criterium del centro del país. El n formato inédito reunió a cuatro estrellas del ciclismo actual, Tadej Pogačar, Jonas Vingegaard e Isaac Del Toro, e hizo disfrutar a centenares de aficionados entre Andorra la Vella y Escaldes-Engordany.
Montaña pura para abrir el espectáculo
La jornada matinal arrancó con la ascensión individual al Coll de la Gallina. Roglič fue el más fuerte con 25’39”, por delante de Pogačar con 25’59”, Del Toro con 28’05” y Vingegaard con 29’24”. Un test de 8,23 km y 749 m+ desde Bixessarri que exprimió el umbral desde el primer metro, con pendientes hasta el 15% y una rampa final que separó potencia de clase. La CS-600 permaneció cerrada desde las 8.00 y el acceso se limitó a pie o bicicleta, sin zonas de público habilitadas en el ascenso.

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El corazón urbano se convierte en circuito
Al mediodía el protagonismo se trasladó al eje Andorra la Vella–Escaldes-Engordany. Salida neutralizada en la Plaça del Consell General, paso por la Plaça de la Rotonda y circuito por av. Meritxell y av. Carlemany hasta la Iglesia de Escaldes-Engordany, meta en la Plaça de l’Església. Quince vueltas a un trazado de 2,14 km que sumaron 32,1 km. Aquí Isaac Del Toro se impuso con autoridad ante el clamor del público, mientras Roglič administró la renta de la montaña para asegurar la general.
Los protagonistas de la Andorra Cycling Masters
Tadej Pogačar fue cristalino en la zona mixta. “Ha sido una manera preciosa de acabar la temporada. Paisaje espectacular, buen tiempo y gran ambiente en la calle. Andorra es un lugar perfecto para el ciclismo y ha sido un placer competir aquí antes de cerrar el año”.
Jonas Vingegaard subrayó la singularidad del formato. “Correr solo cuatro ciclistas es una sensación diferente, especial. No ha sido mi mejor resultado, pero me he divertido mucho. Ahora toca descansar y preparar la próxima temporada”. El danés dejó entrever que el Giro de Italia podría entrar en su hoja de ruta para completar la trilogía de grandes vueltas.
Premiere con mirada global
Antes del banderazo, los cuatro se presentaron en la Plaça del Consell General, con fotos y cercanía con la afición. El evento nace como reto deportivo y, a la vez, como formato de promoción de país reforzado con un proyecto audiovisual de 50 minutos de difusión internacional que aspira a llevar Andorra -sus puertos, su paisaje urbano y su cultura ciclista- a más de 100 países. El docushow con vocación de sello propio está pensado para mostrar la belleza del País Pirineos y desestacionalizar su atractivo deportivo, uniendo montaña y ciudad en un mismo relato.
El ministro de Turismo y Comercio, Jordi Torres, celebró la acogida. “Todo ha ido fantástico y los corredores se han mostrado muy contentos con la organización y con la bienvenida del país. La gente ha respondido muy bien en las calles. Eventos como este nos ayudan a reforzar la desestacionalización que tanto buscamos”. Torres explicó que el Masters nace ligado al documental, sin cerrar la puerta a repetir la experiencia si el formato prospera.

Reto deportivo y campaña de promoción
El director general de Andorra Turisme, Betim Budzaku, remarcó el alcance audiovisual. El docushow de 50 minutos se estrenará a partir del 22 de noviembre en plataformas de pago por visión y, posteriormente, en canales internacionales, con una cobertura prevista en más de 100 países, la mayor lograda por Andorra en turismo deportivo. Para Budzaku, la producción “permite llegar más lejos que cualquier campaña tradicional” y proyecta a Andorra como destino global de montaña y naturaleza.
La jornada no tuvo televisión en directo y la Andorra Cycling Masters no pertenece al calendario UCI, una apuesta que juega entre la competición sin maquillaje y el entretenimiento deportivo. Su continuidad dependerá del eco que logre el programa deportivo-documental tras su estreno. Cada vez las campañas clásicas de promoción de país impactan menos en audiencias saturadas; por eso, formatos híbridos que combinan competición real y relato audiovisual pueden convertirse en el trampolín más eficaz para posicionar Andorra como destino ciclista todo el año. Si la historia conecta, habrá segunda edición.



