Andrzej Bargiel esquía el Everest sin oxígeno en descenso integral

Andrzej Bargiel desciende el Everest en esquís sin oxígeno y firma la línea más pura del himalayismo

Reportaje

Esquí extremo sin oxígeno

Andrzej Bargiel afrontó dieciséis horas en la zona de la muerte, una noche en el Campo II, 6.400 m, y una línea completa hasta el Campo Base para firmar el primer descenso integral al Everest con esquís sin oxígeno.

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Andrzej Bargiel, en la cima del Everest, listo para iniciar el descenso en esquís junto al sherpa Pasang Rinzee que le acompañó en la cumbre. (Copyright/Bartłomiej Bargiel/Red Bull Content Pool)

Andrzej Bargiel, 37 años, hizo historia al convertirse en la primera persona que asciende el Everest (8.849 m) y completa el descenso integral en esquís hasta el Campo Base sin utilizar oxígeno suplementario. Una línea entera, continua, y en estilo limpio, que empuja los límites de la resistencia humana y reescribe lo posible en el esquí de montaña.

Desde el 19 hasta el 23 de septiembre, Bargiel trazó su propio mapa sobre la cara sur del Everest, durmiendo a 6.400 metros, esquiando a más de 8.000, navegando grietas sin cuerdas y sobreviviendo dieciséis horas en la temida «zona de la muerte». Más de 6.000 personas han alcanzado la cumbre del Everest. Sólo unas 200 lo han hecho sin oxígeno. Nadie, hasta ahora, había logrado lo que él.

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Andrzej Bargiel ascendiendo camino de los campos de altyura del Everest. (Copyright/Bartłomiej Bargiel/Red Bull Content Pool)

 

Cuatro días para escribir una página nueva en el himalayismo

Bargiel partió del Campo Base del Everest el 19 de septiembre a las 04:30 (hora local) con un protocolo de aclimatación meticuloso. Tras varias rotaciones entre los campos I, II y III, se asentó en el Campo IV del Collado Sur (7.900 m), esperando la ansiada ventana de buen tiempo. El 21 de septiembre, a las 23:24, abandonó el Campo IV e inició el ataque a la cumbre. Las recientes nevadas endurecieron cada metro, y la falta de oxígeno elevó al máximo la exigencia. Tras casi 16 horas de esfuerzo en la zona de la muerte, hizo cima el 22 de septiembre, a las 15:00en compañia del sherpa Pasang Rinzee.  Sin pausa, fijó sus esquís, respiró hondo… y se lanzó al vacío.

Del cielo al hielo, virajes sin oxígeno

A las 15:17, comenzó el descenso desde la cima. A las 15:35 ya había superado el Hillary Step. A las 17:20 descendía por debajo del Campo IV, deslizándose a la izquierda del Espolón de Ginebra en ruta hacia el Campo II. La oscuridad cerró el paso. A las 20:30, ya sin luz, alcanzó el Campo II (6.400 m) y descansó algunas horas.

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El polaco se ha convertido en el referente mundial del esquí extremo de alta montaña. (Copyright/Bartłomiej Bargiel/Red Bull Content Pool)

El 23 de septiembre, a las 07:00, retomó la línea. A las 07:50 ya estaba por debajo del Campo I. Se deslizó entre las laderas del Nuptse y enfrentó uno de los tramos más temidos: la cascada de hielo del Khumbu, un laberinto de grietas inestables y bloques móviles, sin cuerdas ni líneas fijas. Fue su hermano, Bartek, quien le asistió a distancia con un dron, ayudando a leer la traza. A las 08:45, Bargiel llegaba sano y salvo al Campo Base del Everest. Hazaña completada.

El historial de descensos tiene aristas y no poca controversia

Hans Kammerlander, alpinista y esquiador extremo del Tirol del Sur, firmó el 24 de mayo de 1996 una de las gestas más audaces del Himalaya. Ascendió y descendió el Everest sin oxígeno suplementario y completó la travesía en 23 horas y 30 minutos. Su descenso en solitario por la cara norte, con esquís, fue considerado entonces el primer descenso mundial del Everest en esquí. Las malas condiciones de nieve lo obligaron a avanzar a pie los primeros 250–300 metros hasta encontrar un corredor con más consistencia y, a partir de 7.770 metros de altitud, comenzó a esquiar de forma continua por la vertiente norte, sorteando tramos helados, grietas y sectores rocosos hasta llegar al Campo Base Avanzado, completando esa parte en 6 horas y 45 minutos. No llegó al campo base por falta de nieve. Con los años, aquella condición quedó matizada en el plano técnico, pero para Kammerlander sigue siendo un descenso completo.

En honor a la verdad, cuatro años más tarde la condición de “primer descenso continuo” recayó en el esloveno Davo Karničar, que el 7 de octubre de 2000 enlazó cumbre–Campo Base por la vertiente sur. Fue una gesta pionera y quedó para la historia. No obstante, Karničar utilizó oxígeno suplementario, un matiz clave que explica por qué hoy se valora tanto la línea de Andrzej Bargiel, primera que conecta cima y Campo Base sin oxígeno. La montaña es la misma, la ética deportiva evoluciona y el listón también.

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Andrzej Bargiel estuvo acompañado por el sherpa Pasang Rinzee en el ataque final a la cima del Everest. (Copyright/Bartłomiej Bargiel/Red Bull Content Pool)

La zona de la muerte, vivida y bajada

A 8.000 metros, el cuerpo humano sobrevive por poco. El oxígeno se reduce a un tercio del disponible a nivel del mar. La mente se enturbia, la voluntad vacila, el riesgo de edema cerebral o pulmonar es constante. En los años 60 se creía que nadie podría escalar sin oxígeno embotellado. En 1978, Reinhold Messner y Peter Habeler lo lograron, abriendo una grieta en lo que se creía imposible. Bargiel permaneció unas 16 horas por encima de esa línea mortal. Y no solo ha sobrevivido. Ha descendido esquiando. Con decisión, técnica limpia y una resistencia digna de estudio.

23/09/2025 Vídeo Bargiel baja el Everest sin oxígeno y hace historia
Te mostramos las primeras imágenes del descenso integral de Andrzej Bargiel desde la cumbre del Everest hasta el Campo Base sin oxígeno. Un avance que permite sentir la línea más pura del himalayismo, con planos sobre la Cumbre Sur y la cascada del Khumbu. En 2026 se estrenará un documental que narrará la expedición al completo con material inédito y el pulso real de la “zona de la muerte”.

Esquiar el Everest sin red

El descenso integral del Everest sin oxígeno ya es, por sí mismo, un hito mayúsculo. Pero hacerlo en esquís, sin cuerdas fijas, sin ayuda de sherpas en la cumbre, y con navegación propia, eleva el listón del esquí de altitud a otro nivel. En la nieve traicionera del Khumbu, cualquier error es terminal. Las placas de viento piden precisión quirúrgica, y las grietas no dan segundas oportunidades.

El equipo que le acompañó

El Desafío de Esquí del Everest 2025 se sostuvo sobre una logística de precisión y un equipo reducido, altamente especializado.

  • Tomasz Gaj jefe de expedición.
  • Patrycja Jonetzko médico.
  • Piotr Sadowski fisioterapeuta.
  • Dariusz Załuski operador de cámara y apoyo deportivo.
  • Maciej Sulima operador de cámara.
  • Bartek Bargiel dron y logística.
  • Bartek Pawlikowski fotógrafo.
  • Sherpa Pasang Rinzee acompañó a Bargiel en la cumbre.
  • Seven Summits Treks soporte en ruta y equipo de sherpas.

Palmarés escrito desde la altura

Con este logro, Bargiel se convierte en el primer alpinista de la historia en esquiar desde la cima del Everest y el K2 sin oxígeno suplementario. Es, además, el único que ha completado descensos integrales con esquís en seis  de los 14 oochomiles.

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Atravesar la cascada de hielo del Khumbu, con sus seracs y grietas, fue uno de los momentos más difíciles del descenso. (Copyright/Bartłomiej Bargiel/Red Bull Content Pool)

La historia que llegará al cine

La epopeya de Bargiel será narrada en un documental que se estrenará en 2026, donde se desgranará no solo la hazaña técnica, sino también la dimensión humana de un atleta que ha hecho del esquí de altitud un lenguaje propio. El esquiado extremo polaco desciende con esquís por donde otros solo sobreviven. No se trata solo de llegar. Se trata de cómo se llega. Y Bargiel lo ha hecho sin atajos, sin botellas de oxígeno, sin renunciar a la estética del movimiento. Esquí de altura, sí. Pero también ciencia, fisiología, estrategia y riesgo extremo.

Una traza única en la historia del himalayismo. Y una línea que solo alguien como él podía firmar.

Ochomiles descendidos con esquís por Andrzej Bargiel

  • Everest (2025) primer descenso integral desde la cumbre hasta el Campo Base, sin oxígeno suplementario.
  • K2 (2018) primer y único descenso integral con esquís de la segunda montaña más alta del mundo, sin oxígeno.
  • Gasherbrum I (2019) primer descenso con esquís de la historia, sin oxígeno.
  • Gasherbrum II (2019) primer descenso con esquís de la historia, sin oxígeno.
  • Broad Peak (2015) primer descenso con esquís.
  • Manaslu (2014) récord de ascenso y descenso en 21 h 14 min, sin oxígeno.
  • Shishapangma Central (2013) descenso con esquís desde la cima central.
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  • Miquel Ribas

    Periodista y Editor de Turiski