Joan Garrigós i Toro (Barcelona, 1947-2025) fallecido este domingo en su domicilio a causa de un infarto, a los 78 años. El mundo del excursionismo y del alpinismo catalán y español pierde a una de sus figuras más influyentes, un dirigente que presidió la Federació d’Entitats Excursionistes de Catalunya (FEEC) durante catorce años y la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME) durante casi tres décadas, además de mantener siempre un fuerte vínculo con su club de origen, el histórico Club Excursionista Pirenaic.
Vida ligada a la montaña como federativo
La relación de Joan Garrigós con la montaña empezó muy pronto. Con apenas 14 años se inició en el Club Excursionista Pirenaic (CEP), en Barcelona, donde no solo descubrió el excursionismo y la alta montaña, sino que también dio sus primeros pasos como directivo. Con el tiempo llegaría a presidir el club, al mismo tiempo que forjaba historial como alpinista y escalador, con una intensa actividad en distintos macizos y cordilleras.
El Pirenaic, escuela y raíz montañera
El CEP, fundado el 8 de marzo de 1932 en Barcelona y dedicado al excursionismo, alpinismo, espeleología, esquí y parapente, fue durante décadas una referencia en el ámbito de los deportes de montaña en Catalunya. En 2019, el Club Excursionista Pirenaic se fusionó con dos entidades también históricas, la Agrupació Excursionista Pedraforca (AEP) y el Club Excursionista Cima, dando lugar al actual Club Excursionista Pica d’Estats, creado con el objetivo de sumar esfuerzos, renovar energías y proyectar hacia el futuro el legado de estas tres organizaciones emblemáticas.
De la base a la modernización de la FEEC
Su experiencia en la base del movimiento excursionista y su formación en gestión y administración deportiva le llevaron pronto a asumir responsabilidades federativas de mayor alcance. Entre 1979 y 1993 presidió la FEEC, etapa en la que impulsó una profunda modernización de la estructura federativa, la renovación del sistema de licencias y seguros y el desarrollo de programas de tecnificación deportiva que permitieron profesionalizar el trabajo con deportistas y selecciones. Bajo su liderazgo, la FEEC vivió un fuerte crecimiento en número de federados y entidades, consolidándose como una de las organizaciones deportivas más importantes del país. En paralelo, ocupó la vicepresidencia de la Unió de Federacions Esportives de Catalunya (UFEC) durante parte del mandato (1996-2014) de David Moner (1933-2014).
Tres décadas al frente de la FEDME
Tras cerrar esta etapa en Catalunya, Garrigós dio el salto definitivo al ámbito estatal. A principios de los años noventa asumió la presidencia de la FEDME, cargo que desempeñó entre 1992 y 2021. A partir de su entrada en la FEDME, se acentuó su marcada visión españolista del deporte y su oposición al independentismo catalán al final de su mandato le llevaron en ocasiones a chocar con algunos dirigentes del excursionismo catalán, un movimiento históricamente muy celoso de su autonomía e identidad propia.
Durante casi treinta años estuvo al frente de la federación española, impulsando su crecimiento deportivo e institucional, reforzando las competiciones oficiales, los programas de tecnificación y la proyección exterior de la entidad. Bajo su mandato, la FEDME intensificó su presencia en organismos internacionales como la UIAA, la IFSC y la ISMF, y se consolidó como la federación de referencia de los deportes de montaña y escalada en España.
Referente en órganos consultivos
Además de sus cargos presidenciales, Joan Garrigós participó en numerosos órganos consultivos relacionados con la montaña y la seguridad al aire libre, siempre con la voluntad de ordenar, proteger y dar reconocimiento institucional a las actividades de montaña. Su vida estuvo ligada a la montaña y al despacho federativo, con una misma idea de fondo: unir sensibilidades y hacer crecer la familia montañera.
Quienes le trataron coinciden en definir a Joan Garrigós como un montañero de toda la vida que supo trasladar la ética de la montaña a la gestión federativa. Su trabajo al frente de la FEEC y la FEDME contribuyó a que el excursionismo, el alpinismo, la escalada y el esquí de montaña ganaran reconocimiento institucional, mejores estructuras de seguridad y un marco federativo más sólido para clubes y deportistas de todo el país. En 2011 recibió la Real Orden del Mérito Deportivo del Consejo Superior de Deportes, reconocimiento a una trayectoria que combinó práctica deportiva, gestión y defensa del montañismo como fenómeno social y cultural.
