Nueva vía y primera ascensión en estilo alpino por la Cara Sur del Numbur Peak (6.958 m), en el valle de Rolwaling, Nepal. El triángulo de talento y carácter por Hervé Barmasse, Felix Berg y Adam Bielecki firmó “Nepali Ice SPA”, una línea ED-, con tramos WI5 y M4, coronada el 19 de octubre tras un vivac a 6.900 m, sin tienda ni saco, a –25 °C y con rachas de 60 km/h. No es solo una primera. Es un relato sobre dónde termina la técnica y empieza la cabeza.
Dificultad, estilo y sentido
Extremadamente Difícil (ED), con zonas de 6b y 6c.ED-, con pasos WI5 y M4 no es solo nomenclatura. Implica hielo sostenido y vertical, mixto técnico, gestión de exposición y, sobre todo, autonomía total. Estilo alpino significa sin cuerdas fijas, sin campos preinstalados, sin porteo de altura. Subir, vivaquear si hace falta, resolver y bajar. La vía “Nepali Ice SPA” condensa ese espíritu con una ironía final: un “SPA” de hielo que premia la resiliencia.

Hielo y linea catalana
El Numbur Peak no es una montaña de titulares fáciles. Escondido en el valle de Rolwaling, región de Khumbu, es uno de los rincones más aislados del Himalaya. Esta fuera del gran carrusel mediático, guarda en su Cara Sur una estética severa que hasta ahora nadie había resuelto en estilo alpino. Barmasse, Berg y Bielecki llegaron con una idea clara. Subir ligeros, decidir sobre la marcha, aceptar la incertidumbre. El alpinismo que recorta excusas y añade compromiso.
La entrada siguió la línea más lógica, la misma que un equipo catalán había intentado en octubre de 2016. Cascadas de hielo espectaculares, ritmo fluido, esa sensación de que todo encaja. De pronto, el encanto se quebró. Caída de hielo y rocas desde arriba, riesgo creciente, señales suficientes para abandonar la traza conocida. Viraje táctico hacia una opción más directa, más dura, más incierta. Una piedra golpeó a Barmasse en el hombro, por azar y por centímetros no fue la cabeza. Seguir era más seguro que bajar. Decisiones de altura.
El trazado tenía historia reciente con sello catalán y un listón muy alto, porque Oriol Baró y Santi Padrós —en esta última ascensión no les acompañó Roger Cararach— se habían quedado a 59 metros de la cima del Numbur en un intento relámpago por la Cara Sur, frenados por nieve inestable en torno a los 6.900 metros tras abrir la línea Nepali Sun, con dificultades de VI, 5 y M4. La nueva Nepali Ice SPA retoma esa entrada lógica, evita las purgas de hielo y roca y termina resolviendo la pared en estilo alpino donde la expedición catalana chocó con el límite de las condiciones.

El vivac que lo cambió todo
La vía ganó interés y belleza a cada largo, con esa mezcla de mixto tenso y hielo vertical que enseña y castiga. En los doscientos metros finales, nadar en nieve sin una sola opción de protección. Ritmo contenido, riesgo asumido, la certeza de que un error te lanza a la base en segundos. El estilo alpino exige sangre fría. A 6.900 m escucharon la llamada de la cumbre y eligieron vivir para decidir.
Cornisa de nieve, sin tienda ni saco, sin comida. Una sábana térmica por encima de los tres. Al principio hubo bromas. Después, el viento. –25 °C y rafagas de 60 km/h hasta el amanecer. La noche más dura en la memoria de Barmasse. Ni congelaciones ni excusas al amanecer. La cima estaba ahí. Quedaba elegir entre “buen intento” o primera real. Ganó la cabeza.
Una cima que premia un pacto
La narración de Barmasse revela la clave: la cima fue un pacto, no un trámite. Bielecki comenzó enfermo, con vómitos y debilidad. “Seguid sin mí”, dijo. Berg respondió con la ética que teje cordadas: “Somos un equipo, probemos juntos. Si no sale, volvemos y lo intentamos otro día”. La cima del 19 de octubre es la consecuencia de esa decisión inicial. Una primera alpina que celebra el compromiso compartido.

“Todo está en la cabeza”
“Fue una ascensión salvaje, impredecible”, resumió Barmasse. “El alpinismo nos enseña que todo está en la cabeza”. La cima como detalle y la supervivencia como logro. Una noche sin equipo, el hombro dolorido, la nieve sin seguros y la elección de seguir. El thriller técnico deja paso a la profundidad humana.
Una trayectoria que explica esta primera
Para comprender por qué esta cordada podía resolver el Numbur, ayuda recordar de dónde viene Barmasse. Cuarta generación de guías, solos y primeras en el Matterhorn, estilo alpino en la Sur del Shisha Pangma en 13 horas, Patagonia con líneas como Cerro Piergiorgio y Cerro San Lorenzo, Beka Brakay Chhok en Pakistán. Libros superventas, documentales, premios y apariciones mediáticas que nunca sustituyen la montaña, solo la cuentan mejor. Felix Berg aporta precisión y lectura de pared. Adam Bielecki, ochomilista de invierno y especialista en decisiones límite, suma temple y experiencia en lo improbable. Tres perfiles compatibles, una ética común.
Lo que queda
Queda una línea nueva y la primera alpina por la Sur, pero también una afirmación de estilo. Ligereza, cooperación, riesgo calculado. Queda un nombre nacido de la intemperie, “Nepali Ice SPA”, para recordar que el confort se negocia en la pared. Y queda una frase para cerrar esta historia con verdad. “Las escaladas más duras convierten la cima en un detalle. Sobrevivir es el verdadero logro.”



