Inicio desde el centro de Rupit
La excursión comienza directamente en el casco antiguo de Rupit (0:00h – 822 m), un conjunto medieval de calles empedradas, balcones de madera y casas de piedra con siglos de historia. Desde la Plaça del Fossar Vell, junto a la iglesia de Sant Miquel, se inicia el camino hacia el Salt de Sallent. Este templo, de orígenes románicos y fachada barroca, marca el punto de salida del sendero. Justo detrás de la iglesia, unas escaleras de piedra descienden entre casas y muros antiguos, conduciendo a un pasadizo que atraviesa literalmente el interior de una vivienda. Al salir del túnel, se deja atrás el trazado urbano y el camino se convierte en un sendero de tierra que se adentra suavemente en el entorno natural. Poco a poco, el paisaje cambia: se abandonan las últimas casas del pueblo y comienza un tramo encantador entre bosque, roca y el murmullo lejano del agua. La riera de Rupit queda cerca, aunque aún no es visible, y el ambiente es tranquilo, ideal para empezar a disfrutar de la ruta en familia.
Tramo junto a la riera de Rupit

Durante los siguientes 30 minutos (0:30h – 780 m), la ruta discurre junto a la riera de Rupit, que acompaña con su murmullo constante mientras el sendero avanza entre árboles y formaciones rocosas. Este tramo es sombrío, fresco y especialmente agradable en los meses cálidos. A medida que se gana algo de altura, se pueden observar pequeñas cascadas y gorgs naturales, como el Salt del Molí Rodó, que ofrece un bonito rincón para una breve pausa. Más adelante, la Font de la Pomareda, una fuente natural escondida entre bojes y musgo, permite recargar agua si ha llovido en los días anteriores. La senda es cómoda, aunque en tramos puede estar embarrada y resbaladiza, especialmente después de lluvias.
Llegada al Salt de Sallent
Tras cerca de una hora de caminata (1:00h – 740 m), el sonido del agua intensifica y anuncia la proximidad del Salt de Sallent, la cascada más alta de Catalunya con más de 100 metros de caída. Se llega a la parte superior del salto, donde el camino vadea la riera con cuidado.
Al cruzarla, un breve desvío lleva al mirador natural del Salt, sin barandillas pero con una vista espectacular sobre el acantilado y el vacío que se abre a los pies. Este es el punto culminante de la ruta, ideal para descansar, tomar fotos
y disfrutar de las vistas del valle del Collsacabra, con la roca de l’Agullola de Rupit alzándose al fondo. En días despejados, incluso se puede divisar el perfil del Santuari del Far en la lejanía.

Ascenso hacia Sant Joan de Fàbregues
Después de cruzar de nuevo la riera (1:10h – 750 m), el camino comienza a ascender suavemente en dirección noroeste por una pista de tierra más ancha. Durante esta etapa, se cambia la vegetación densa del valle por panorámicas abiertas de los riscos y el bosque mediterráneo más seco. Tras aproximadamente 20 minutos de subida, se alcanza un claro donde se encuentra la ermita de Sant Joan de Fàbregues (1:30h – 810 m), un antiguo templo románico del siglo XI hoy restaurado. El lugar cuenta con mesas de piedra y es perfecto para una pausa más larga o picnic. Desde aquí se disfrutan nuevas vistas del entorno, dominado por los riscos del Collsacabra y la tranquilidad del altiplano.
Vuelta a Rupit por pista rural
El tramo final de la ruta comienza descendiendo desde la ermita por una pista asfaltada que forma parte del antiguo camino de conexión entre masías y pueblos de la zona. La bajada es progresiva y sencilla, ideal para terminar con calma la caminata (1:45h – 790 m). A lo largo del trayecto, aparecen varios campos de pasto y alguna casa de colonias, y se mantienen las vistas del paisaje abierto. Cerca del final del recorrido, se puede tomar un pequeño desvío hacia el Mirador dels Bassis, que ofrece una panorámica diferente del Salt de Sallent y alberga unas curiosas tumbas antropomorfas excavadas en la roca, visibles si se está atento. Tras esa visita opcional, la pista desciende suavemente y vuelve a enlazar con el casco antiguo de Rupit.