El 17 de mayo de 2010, en la arista final del Shisha Pangma (8.027m), Edurne Pasaban cerró un círculo que había empezado muchos años antes, cuando una adolescente de Tolosa empezó a soñar con montañas imposibles. Aquel día se convirtió en la primera mujer en ascender los 14 ochomiles del planeta y su nombre quedó unido para siempre a la historia del himalayismo. Sin embargo, para quienes la han seguido de cerca, Edurne nunca fue un mito distante, sino una mujer de carne, dudas y cicatrices.
Quince años después de aquella cima final, su trayectoria se recoge en un cómic que no busca levantar estatuas, sino abrir cuadernos. Un libro que se puede leer como una aventura de altura, pero sobre todo como el retrato cercano de alguien que aprendió a levantarse después de cada caída, también cuando la caída llegaba muy lejos del campo base. El cómic “Edurne Pasaban”, coeditado por Sua Edizioak y el festival Mendi Film, invita a recorrer su vida con la misma mezcla de vértigo, ternura y lucidez con la que ella habla hoy de sus años en el Himalaya.

Un sendero que empieza en la infancia
Las viñetas no comienzan en el Everest, ni en la carrera mediática por los 14 ochomiles. Arrancan mucho antes, en una niña que descubre la montaña como un lugar donde respirar más hondo que en ninguna otra parte. A lo largo de las páginas desfilan las personas que hicieron posible ese camino, empezando por su primo Asier Izagirre y continuando con compañeros de cordada como Juanito Oiarzabal, Silvio Mondinelli, Alex Txikon o Juan Vallejo. No aparecen como secundarios de lujo, sino como parte de una familia extendida que comparte miedos, bromas en altura, decisiones difíciles y pérdidas que nunca se borran del todo.
El cómic también abre espacio a otras mujeres que antes habían roto caminos en la roca y en la cultura montañera. Nombres como Pili Ganuza, Amaia Aranzabal o Miriam García Pascual se cruzan con el de Edurne para recordar que ninguna traza se abre sola, que siempre hay huellas previas marcando la nieve. Esa memoria compartida convierte el libro en algo más que la historia de una alpinista vasca, lo transforma en un pequeño mapa afectivo del montañismo de su tierra.
El nueve mil que no sale en los mapas
Quien haya leído su biografía o la haya escuchado en alguna charla sabe que los años de cumbre convivieron con un abismo silencioso. En pleno camino hacia los 14 ochomiles, Edurne atravesó una depresión profunda que estuvo a punto de dejarla anclada para siempre lejos de la alta montaña. Ella misma ha explicado muchas veces que ese fue su verdadero “nueve mil”, el más duro, el que no se mide en metros sino en noches sin dormir, en preguntas que no tienen respuesta y en un cuerpo que pesa el doble aunque el parte meteorológico anuncie buen tiempo.

El cómic no pasa de puntillas por esa etapa. Sin recrearse en el sufrimiento, muestra el lado invisible de la épica, ese reverso que rara vez entra en los resúmenes de cumbres pero que explica mucho mejor qué significa exponerse durante tantos años a la exigencia extrema. En las páginas aparecen el acompañamiento de amigos, la importancia de pedir ayuda y la decisión de seguir adelante sin renunciar a la fragilidad. Ahí es donde la lectora o el lector encuentran quizá la parte más humana del libro, ese lugar en el que la alpinista se hace más cercana que nunca. Eso lo explicó claramente en el libro «Catorce veces ocho mil» editado el año 2012.
Precisamente, su obra fue la inspiración de fondo para contar en la película «La Cima» la crisis existencial de una alpinista que ha completado los 14 ochomiles. El personaje ficticio del film, estrenado en 2022 e interpretado por la actriz Patricia López Arnaiz, está claramente inspirado en la montañera vasca. Tras alcanzar su objetivo, Pasaban atravesó una profunda crisis que relató en su libro. De esa confesión se nutrieron el director de la película, Ibon Cormenzana, y la guionista, Nerea Castro, aunque nunca llegaron a reunirse con la alpinista ni a comentar el proyecto con ella.
Presentación del cómic “Edurne Pasaban”
El cómic sobre la vida y la trayectoria de Edurne Pasaban se presentará el
sábado 6 de diciembre, a las 12.00 horas, en el Palacio Euskalduna de Bilbao,
dentro de la programación del Mendi Film 2025. Una ocasión perfecta para escuchar a sus creadores, reencontrarse con Edurne y llevarse el libro firmado a casa.
Nieve, palabras y tinta
El guion lleva la firma del periodista y escritor Ramon Olasagasti, buen conocedor del universo himalayista y de sus protagonistas. Su mirada combina rigor y cercanía, y consigue que los diálogos suenen auténticos sin perder ritmo narrativo. En lugar de encadenar gestas, Olasagasti propone un relato que respira, con silencios, dudas y pequeños momentos cotidianos que pesan tanto como una cima.

(Copyright/SUA)
El dibujo, a cargo de César Llaguno junto con la colaboración de Felipe H. Navarro y Pedro Villarejo, acompaña ese tono con una paleta que sabe ser suave en los interiores y contundente en las escenas de altura. Hay planos generales en los que el Himalaya se abre como un océano de hielo, y viñetas casi íntimas en las que bastan una mirada o un gesto mínimo para entender el estado de ánimo de Edurne. La nieve se convierte en un personaje más, a veces acogedora, a veces hostil, siempre presente.
El libro forma parte de la colección de cómics impulsada por Sua Edizioak y Mendi Film, dedicada a los hitos del montañismo vasco, donde ya figuran títulos como “Everest, todo un pueblo en la cumbre”, “Hermanos Iñurrategi, un latido en la montaña” y “Andrés Espinosa. Solo y libre”. Que Edurne Pasaban aparezca ahora en esta serie es casi un gesto de justicia poética, una forma de situar su historia en el mismo estante que esas otras cimas compartidas.
Una historia que vuelve a casa
Este cómic añade ahora una pieza distinta a ese mosaico. No es un documental ni una entrevista en profundidad, sino algo más íntimo, casi doméstico, que se puede leer en el sofá de casa o en un refugio de montaña mientras fuera nieva. Página a página, la historia recuerda que detrás de los récords y las cifras hay una mujer que un día decidió volver a vivir de otra manera, lejos de las grandes expediciones pero cerca de las personas y de las montañas que la hicieron quien es.
Quizá por eso atrapa. Porque quien se asome a estas viñetas no solo verá aristas afiladas y campos de hielo, sino también conversaciones con amigos, decisiones difíciles, renuncias y segundas oportunidades. Y porque, de fondo, late una idea sencilla y poderosa que atraviesa todo el libro: que ninguna cima merece la pena si se sube sola.
El cómic “Edurne Pasaban” está disponible en librerías, en euskera y castellano, para todos aquellos que deseen entender mejor qué hay detrás de sus 14 ochomiles y de una vida entera ligada a la montaña, con sus claros y sus sombras.
Los 14 ochomiles de Edurne Pasaban
Cronología de las catorce cumbres de más de ocho mil metros que completó entre 2001 y 2010.
- 2001 — Everest (8.848 m), China/Nepal, 23 de mayo
- 2002 — Makalu (8.465 m), China/Nepal, 16 de mayo
- 2002 — Cho Oyu (8.201 m), China/Nepal, 5 de octubre
- 2003 — Lhotse (8.516 m), China/Nepal, 26 de mayo
- 2003 — Gasherbrum II (8.035 m), China/Pakistán, 19 de julio
- 2003 — Gasherbrum I (8.068 m), China/Pakistán, 26 de julio
- 2004 — K2 (8.611 m), China/Pakistán, 26 de julio
- 2005 — Nanga Parbat (8.125 m), Pakistán, 20 de julio
- 2007 — Broad Peak (8.047 m), China/Pakistán, 12 de julio
- 2008 — Dhaulagiri (8.167 m), Nepal, 1 de mayo
- 2008 — Manaslu (8.156 m), Nepal, 5 de octubre
- 2009 — Kangchenjunga (8.598 m), India/Nepal, 18 de mayo
- 2010 — Annapurna (8.091 m), Nepal, 17 de abril
- 2010 — Shisha Pangma (8.027 m), Tíbet, 17 de mayo



