El Pirineo aragonés volvió a ser escenario de una tragedia en la alta montaña. El cuerpo sin vida de un montañero belga de 30 años fue encontrado en el Aneto tras su desaparición el pasado 20 de septiembre, mientras intentaba ascender a la cumbre. El joven, que no regresó al Refugio de Coronas, donde tenía previsto pernoctar tras la ruta, fue hallado en las proximidades del ibón inferior de Coronas, en el Parque Natural de Posets-Maladeta (Huesca). Aún se desconocen las causas exactas del fallecimiento del montañero belga. Las autoridades barajan varias hipótesis, que van desde una posible caída en el complicado terreno hasta una situación de hipotermia, agravada por las adversas condiciones meteorológicas que azotaron la zona durante el fin de semana. Solo la autopsia podrá determinar con precisión lo que ocurrió durante su intento de ascenso al Aneto de de 3.404 metros. Se trata de la montaña más alta de los Pirineos y una de las cumbres más emblemáticas de España. Su ascenso es un reto para montañeros aficiuonados. Destaca por su terreno accidentado. El tramo más emblemático y exigente de la ascensión es el Paso o Puente de Mahoma, un imponente y estrecho paso horizontal de unos 40 metros formado por bloques de granito disgregados. Este tramo separa la antecima de la cumbre, y a ambos lados se desploman fuertes caídas verticales, lo que convierte el cruce en un desafío psicológico para quienes padecen vértigo. Sin embargo, con pasos firmes, asegurando cada movimiento y usando las manos para estabilizarse, es posible superarlo sin problemas. Para mayor seguridad, es recomendable el uso de cuerda en este último peldaño antes de alcanzar la cima del Aneto.
Búsqueda complicada por malas condiciones meteorológicas
El aviso de la desaparición se dió el mismo 20 de septiembre al 112, después de que el montañero no regresara al refugio como estaba previsto. Inmediatamente, la Guardia Civil activó un dispositivo de búsqueda que contó con el apoyo del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de Benasque y la Unidad Aérea de Huesca. El mal tiempo que azotó el Pirineo oscense durante todo el fin de semana complicó las labores de rescate, retrasando la localización del montañero. Finalmente, el cadáver fue avistado cuarenta y ocho horas después y evacuado por la Unidad Aérea de Vitoria.
Un riesgo que no debe subestimarse
La alta montaña, especialmente en el Aneto, requiere de experiencia y extrema precaución. Las condiciones climáticas adversas y el terreno complicado pueden resultar fatales para cualquier montañero, independientemente de su preparación física. Este trágico suceso es un recordatorio de que las actividades en alta montaña no deben realizarse en solitario. El ascenso a picos de altitud como el Aneto implica peligros imprevisibles, por lo que es fundamental contar con compañía y equipos adecuados que permitan enfrentar emergencias en zonas de difícil acceso.