La pista Barcelona es un trazado negro de 4,75 kilómetros de longitud, con un desnivel de 859 metros y un 66% de pendiente máxima.
La Molina abre -3 de febero- la recuperada/remodelada pista Barcelona de 4,75 kilómetros de longitud, con un desnivel de 859 metros y un 66% de pendiente máxima. El trazado negro sólo es recomendado para esquiadores de nivel medio. Las últimas nevadas, el frío óptimo para la producción de nieve y el trabajo constante permitieron dejar los casi 5 km de pista en perfectas condiciones para su inauguración.
La histórica pista Barcelona formó parte del dominio esquiable de la Tosa desde el año 1954, coincidiendo con la expansión de La Molina hacia ese sector con la construcción del Telecabina Puig d’Alp. Históricamente, la pista Barcelona, con un trazado en la zona baja muy distinta a la actual, existió durante los últimos cincuenta años, pero era muy poco utilizada. Había otras alternativas en servicio como el camino de regreso desde el Refugio del Niu de l’Àliga (2.537 m) hasta el centro de la estación (1.660 m). En sus inicios la pista también se utilizó como trazado de competición y en breve lo volvera a ser tras su homologación para acoger carreras de supergigante y descenso. Su recuperación es importante para reconectar a los esquiadores con una zona infravalorada de La Molina, que debe recuperar su antiguo esplendor.
La apertura de las pistas Barcelona, La Coma, Isards, Boulevard y Ponent permite a La Moliona ofrecer 43 kilómetros esquiables
En la zona de Tosa también se abrirán las pistas La Coma, Isards y Boulevard, que junto con la pista Barcelona suman casi 7 kilómetros esquiables más. Por otra parte, en la zona Torrent se abrirá la pista Ponent, de 1,3 kilómetros. Por tanto, este fin de semana La Molina contará con un total de 42 pistas, 43 kilómetros esquiables y 12 remontes en funcionamiento.
En la zona Trampolín se pone en marcha el Slálom Nissan e-POWER. Al finalizar el recorrido, las personas esquiadoras pueden ver el tiempo que han hecho y descargar el vídeo del descenso en la web de La Molina. Y ubicado en el Snowpark de Trampolín también se estrenará el Big Air Bag para que todos los riders puedan saltar y demostrar sus habilidades.
El pasado verano, durante la remodelación de la pista Barcelona se llevaron a cabo diferentes trabajos para mejorar el trazado. Entre las tareas realizadas destacan el acondicionamiento del terreno, la colocación de 73 innivadores (cañones) para garantizar la producción de nieve, la instalación de anclajes para máquinas y biombos, la preparación de la pista para competición y la incorporación de protecciones y medidas de seguridad.
El trazado de la pista Barcelona está pendiente de la homologación por parte de la Federación Internacional de Esquí (FIS) para poder acoger carreras de supergigante y descenso
Los trabajos se dividieron en tres grandes zonas: la superior, entre los 2490 m y los 1985 m, es un terreno con muy poca vegetación y donde sólo se quitaron algunas piedras de grandes dimensiones; la zona intermedia, de 1975 m a 1755 m, donde se reperfiló el terreno y se retiró algunos árboles, se hizo movimiento de tierras de desmonte en roca (garantizando 70 m de ancho de pista) y se canalizó las aguas; y el área inferior y llegada, que ya se condicionó en 2010.
La pista Barcelona también se adecuó para que sea posible realizar carreras internacionales de velocidad. Al mismo tiempo, se remodeló para hacerla más atractiva para el público esquiador de alto nivel. En cuanto a la competición, el trazado está en proceso de homologación por parte de la Federación Internacional de Esquí (FIS). Todo tuvo un cuidadoso seguimiento por parte de la Comisión medioambiental constituida para la supervisión de las obras. Una pista histórica La pista Barcelona formó parte del dominio esquiable de la Tosa desde el año 1954, coincidiendo con la expansión de La Molina hacia ese sector con la construcción del Telecabina Puig d’Alp.
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