“Era una de las pocas montañas que se ven desde Huaraz que nos quedaban por ascender…” Así resumían Iker y Eneko Pou la motivación tras su nueva aventura en los Andes peruanos. La comprometida escalada a la cara sur del Nevado Churup, en el corazón de la Cordillera Blanca, culminada durante la primavera de 2025. Lejos de ser un simple trámite para aclimatar, como inicialmente esperaban, la ascensión se convirtió en una exigente jornada de 17 horas consecutivas en libre y en estilo alpino, desde el campo base en la laguna Churupita, uno de los rincones “más bonitos” que han conocido en Perú.

Línea olvidada… y redescubierta
Los Pou trazaron su ruta sobre al Nevado Churup por la cara suroeste (su noroeste) prácticamente abandonada por el alpinismo moderno. «Un clásico en los años 80 y 90, cuando había mucha más nieve y hielo», explican. Sin embargo, el calentamiento global ha transformado radicalmente el aspecto de esta vertiente, dejando al descubierto roca rota y descompuesta, hasta el punto de volver casi impracticable la ascensión.
Pese a ello, los alpinistas vascos se enfrentaron con determinación a los 800 metros de desnivel y cerca de 1.000 metros de recorrido técnico, que incluyeron entre 8 y 10 rápeles muy verticales y peligrosos, marcados por la fragilidad del terreno. “Lo que pensamos que iba a ser un trámite, se convirtió en una ardua tarea por culpa de la falta de nieve y las zonas mixtas”, relatan.

M5+/V+/650 metros de compromiso
Los hermanos estiman que la dificultad técnica de la línea podría rondar el M5+/V+/650 metros, aunque no encontraron referencias previas ni croquis de otras posibles rutas por esta vertiente, lo que añade valor a su propuesta y deja una huella útil para futuras repeticiones. Con la ética que los caracteriza, comparten ya los detalles del trazado “para quien quiera repetirla”.
Historia de amor con los Andes
Esta ascensión suma otro capítulo a la larga historia de los Pou con Perú, donde ya han abierto 19 rutas, consolidando una relación casi simbiótica con las montañas del país. Su respeto por el entorno, la ética alpina y el deseo de explorar lo desconocido siguen marcando su trayectoria. “En conjunto, una ascensión y comprometida que nos ha dejado muy buen sabor de boca”, concluyen.
Ficha técnica de la ascensión al Nevado Churup (5.493 m)
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