Sasha DiGiulian y su récord en la vía Platinum Wall de El Capitán

Sasha DiGiulian, 23 días colgada en Platinum Wall, la vía libre más larga de El Capitán

Reportaje

Escalada en grandes paredes

Sasha DiGiulian logró la primera ascensión femenina en libre de Platinum Wall, la ruta de 40 largos y 914 metros de El Capitán, resistiendo tormentas, hielo y nueve días atrapada en un portaledge.

Sasha DiGiulian
Sasha DiGiulian progresa en libre por los largos de placa de Platinum Wall, en la inmensa pared de granito de El Capitán, durante su ascenso de 23 días. (Copyright/Christian Pondella/Red Bull Content Pool)

En la pared más icónica del valle de Yosemite, donde la historia de la escalada se escribe a golpe de metros y de miedo, Sasha DiGiulian acaba de firmar un capítulo nuevo. La escaladora estadounidense , de 33 años, se convirtió en la primera mujer en escalar en libre la ruta más larga de El Capitán, la exigente “Platinum Wall”. Cuarenta largos, 914 metros de granito, 23 días en la pared en pleno noviembre y un objetivo que durante mucho tiempo le pareció inalcanzable.

Sasha DiGiulian El Capitan
Sasha DiGiulian progresa en libre por la pared de granito de El Capitán, concentrada en cada movimiento de Platinum Wall y muy lejos del suelo Yosemite. (Copyright/Christian Pondella/Red Bull Content Pool)

Ese “sueño salvaje”, como ella misma lo define, culminó el 26 de noviembre de 2025, cuando alcanzó la cima después de liderar 27 de los 40 largos, incluidos todos los pasos clave. Antes de ese último tirón sobre la cornisa, ya sabía que estaba ante algo distinto en su carrera. Lo resumió con una mezcla de alivio y orgullo: “Esta escalada comenzó como un sueño salvaje y audaz, algo que honestamente me aterraba. Luché con muchos momentos de sentirme no preparada o no lo suficientemente buena. Pero largo tras largo, me demostré que cuando te presentas, te comprometes y sigues creyendo, puedes hacer cosas que antes pensaste imposibles. Esta ascensión es el logro del que más orgullosa estoy en mi carrera”.

Historia de la via Platinum Wall

Rob “Platinum” Miller comienza a explorar, a mediados de los 2000, una franja de granito limpio junto a The Nose, soñando con una gran vía en libre en El Capitán.

Entre 2009 y 2017 equipa, limpia y enlaza tramos hasta completar un itinerario de unos 39 largos, con dificultad máxima de 5.13d (8b) y muy sostenida por encima del 7a+.

Con Elliot Faber y Jay “Shaggy” Selvidge lanza los primeros intentos serios de liberación, que confirman que la línea funciona en clave totalmente libre.

En 2017, Miller y el suizo Roby Rudolf firman la primera ascensión en libre de Platinum Wall, tras 14 días continuos en la pared.

En 2018 llega la primera repetición conocida, a cargo de los alemanes Tobias Wolf y Thomas Hering.

En 2025, la cordada Alex Honnold – Tommy Caldwell vuelve a poner la ruta en el mapa y confirma su estatus de big wall de referencia, una línea larga, dura y con muy pocas ascensiones en libre registradas.

Platinum Wall, una línea incómoda y moderna

Platinum Wall no es una ruta “clásica” de fisura al estilo de las grandes vías históricas de El Capitan. Establecida entre 2009 y 2017, es una línea moderna, técnica y poco complaciente. A lo largo de sus 40 largos acumula 23 tramos de 7a+ y seis largos de 8a, prácticamente todos protegidos con chapas en placas exigentes, travesías bajo un gran techo y pocas oportunidades para relajarse.

Sasha DiGiulian El Capitan
La escaladora norteamericana pasó nueve días colgada en su portaledge por culpa de las fuertes tormentas de noviembre, prácticamente inmóvil en la pared de El Capitán. (Copyright/Pablo Durana/Red Bull Content Pool)

A diferencia de otros itinerarios que siguen fisuras evidentes, aquí manda la precisión en los pies sobre pequeñas regletas y adherencias, en una pared donde el aire y el patio se sienten desde muy abajo. Completarla en libre de forma continua exige no solo nivel técnico de élite, sino también una ventana de buen tiempo que en noviembre brilló por su ausencia.

La realidad fue otra. Lluvias récord, nieve, caída de hielo desde la cima, aliviaderos con agua que convertían la pared en una ducha constante y largos clave empapados. En ese escenario, la ascensión de DiGiulian y su compañero, Elliot Faber, se convirtió en una prueba de paciencia extrema. Solo cuatro cordadas han logrado encadenar esta ruta desde su apertura.

Nueve días atrapada en una burbuja de nylon

El momento más delicado no llegó en los crux (1), sino en la inmovilidad. Una tormenta tras otra golpeó la pared mientras Sasha y Elliot se aferraban a su pequeña plataforma colgante, suspendida cientos de metros sobre el valle. Durante nueve días consecutivos apenas pudieron escalar.

El grado de dificultad de Platinum Wall, con largos muy sostenidos por encima del 7a+, la convierte en una de las vías libres más exigentes de El Capitán. (Copyright/Pablo Durana/Red Bull Content Pool)

En ese encierro de altura, el portaledge (plataforma colgante) se convirtió en refugio y prisión a la vez. El viento sacudía la estructura, la lluvia y la nieve llegaban desde arriba en forma de chorros helados y el ruido del granito goteando no dejaba descansar. DiGiulian lo recuerdó como uno de los puntos de inflexión del ascenso: “Esa tormenta fue una de las experiencias más aterradoras de mi vida. El viento golpeaba el portaledge toda la noche, los postes se doblaban y no podía dejar de pensar que podría romperse. Me sentía aislada, agotada y aterrada, pero también sabía que me arrepentiría para siempre si no le daba a esta escalada todas las oportunidades posibles. Así que decidí quedarme. Día a día, respiración a respiración, creyendo que la tormenta pasaría.”

El calendario se alargaba, las fuerzas se consumían y la incertidumbre crecía. Casi dos semanas para avanzar apenas 60 metros en una ruta que, sobre el papel, podría escalarse en mucho menos tiempo en condiciones estivales. Pero este no era un intento de verano. Era un pulso directo contra el otoño más caprichoso.

via Platinum Wall,
Sasha DiGiulian se enfrenta a uno de los tramos más duros de Platinum Wall, sobre pequeñas presas y placas lisas que exigen precisión milimétrica y fuerza total en cada movimiento. (Copyright/Christian Pondella/Red Bull Content Pool)

Crux mojados, manos entumecidas y un grito bajo el gran techo

Cuando por fin el sol regresó sobre Yosemite, la pared no se “secó” como cabría esperar. El agua seguía filtrándose por las placas superiores y los largos clave se mantenían delicadamente húmedos. Era el momento de decidir. Esperar más, renunciar o arriesgar.

DiGiulian eligió lo último. Se encordó, respiró y salió a por uno de los tramos decisivos, un largo duro bajo el gran techo de la ruta, donde la técnica de pies y la tensión corporal lo son todo. La escena quedó grabada en su memoria: “El largo bajo el techo estaba empapado, y yo estaba agotada: mis manos, los pies de gato, todo estaba mojado. Me caí, recogí la cuerda y lo intenté de nuevo. En el descenso, todo mi cuerpo temblaba de nervios y adrenalina, solo tratando de respirar y aguantar. Cuando chapé la reunión, grité y me eché a llorar. No era la cima, pero sí el final de los largos más difíciles. Fue el momento en que me di cuenta de que la cima era realmente posible.”

Sasha DiGiulian
Sasha DiGiulian progresa metro a metro por la pared de El Capitán, con nervios de acero, la mente en blanco y un foco absoluto en cada movimiento. (Copyright/Pablo Durana/Red Bull Content Pool)

Ese largo marcó el punto de no retorno. A partir de allí, quedaba “solo” encadenar el resto de la ruta con la concentración suficiente como para no cometer errores en el terreno todavía exigente, pero ya por debajo de la máxima dificultad. La cima ya estaba más en la cabeza que en el horizonte.

Tres temporadas para una rua de 23 días

El éxito de noviembre de 2025 no se entiende sin el trabajo previo. Durante tres temporadas, Sasha y Elliot habían ido desgranando la ruta por secciones. Escaladas parciales, descensos en rápel para ensayar los largos duros del tercio superior, viajes repetidos a Yosemite para memorizar secuencias de pasos que, en libre, no perdonan.

Esa preparación es la parte invisible del logro, la que no aparece en la foto de cumbre pero que sostiene todo el proyecto. De 2023 a 2025, DiGiulian fue encajando las piezas de un rompecabezas vertical que solo cobra sentido una vez lo haces del tirón, sin caídas en los largos clave, desde el suelo hasta la cima.

En ese proceso, el apoyo del entorno escalador también jugó su papel. La presencia y los ánimos de figuras como Alex Honnold, conocido por su solo integral en la pared de El Capitan, o Tommy Caldwell, habituales en las paredes de Yosemite, sirvieron de termómetro emocional en los momentos más tensos. Sasha lo condensa con una frase que mezcla humor y complicidad, recordando un comentario compartido colgando de la pared: “¡Súper épico que aún estemos aquí!”

El Capitán en Yosemite
Sasha DiGiulian apura los últimos metros de la jornada en El Capitán, recortada sobre el atardecer y con el frontal encendido iluminando la pared. (Copyright/Pablo Durana/Red Bull Content Pool)

Un hito para la escalada libre de grandes paredes

La importancia de esta ascensión va más allá del “primer femenino” en una línea concreta. Platinum Wall es una de las rutas libre más largas y técnicamente complejas de El Capitán, y su carácter de placa equipada con gran densidad de pernos la sitúa en la vanguardia de las grandes paredes modernas.

Completarla en libre, en otoño, con ríos atmosféricos cruzando la Sierra Nevada californiana, tormentas encadenadas y los crux mojados, subraya una combinación rara de paciencia, resistencia mental y dominio técnico. No es solo una demostración de fuerza física, sino un ejercicio de gestión del miedo, de la espera y de la duda.

En un mundo de escaladas rápidas y proyectos relámpago, pasar 23 días en la pared, con nueve de ellos prácticamente inmóvil en un portaledge, reivindica otro ritmo. Un estilo que recuerda que las grandes paredes siguen siendo un terreno donde el tiempo se dilata, donde cada decisión pesa y donde la renuncia también forma parte del juego.

Sasha DiGiulian
Sasha DiGiulian se convirtió en la primera mujer en completar en libre Platinum Wall, la vía más larga de El Capitán, tras una ascensión de 23 días en la pared. (Copyright/Christian Pondella/Red Bull Content Pool)

Quién es Sasha DiGiulian

Sasha DiGiulian, nacida en Alexandria (Virginia, Estados Unidos) en 1992, es una de las escaladoras más influyentes de su generación, con una trayectoria que combina la escalada deportiva de máximo nivel, las grandes paredes y las expediciones.

En 2011 se proclamó subcampeona del mundo escalada, en la modalidad de bloque, en Arco, Italia, y, a lo largo de su carrera, ha sido tres veces campeona nacional de Estados Unidos y campeona Panamericana durante varios años consecutivos. Ha encadenado más de 30 primeras ascensiones femeninas y varias primeras ascensiones absolutas, incluyendo vías de referencia como “Pure Imagination” y “Era Vella” (5.14d).

Su palmarés en big wall incluye la primera femenina de “Magic Mushroom” en la cara norte del Eiger, la liberación de “Mora Mora” en Madagascar, la repetición de rutas de alta dificultad como “Bellavista” en los Dolomitas y la primera en libre de “Misty Wall” en Yosemite. Atleta de Red Bull y emprendedora, es también fundadora de Send Bars y una voz activa en temas de igualdad de género y protección del medio ambiente.

Con la liberación en libre de Platinum Wall, la ruta libre más larga de El Capitán, firma uno de los hitos más destacados de la escalada contemporánea en grandes paredes.

(1) El crux es el paso o la sección más difícil de una ruta de escalada, el punto donde el escalador se enfrenta al tramo más técnico, físico o mental y donde, a menudo, se decide el encadenamiento.

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  • Miquel Ribas

    Periodista y Editor de Turiski