Cómo funciona el sistema de capas en montaña para vestirse bien

Aprende cómo funciona el sistema de capas en montaña: así debes vestirte para protegerte del frío y la lluvia

Análisis

Consejos para vestirse por capas

El sistema de capas es la mejor estrategia para regular tu temperatura, protegerte del clima y mantenerte seco durante cualquier actividad al aire libre. Aprende a combinar las prendas según la situación

Sistemas de capa de nontaña Vestirse por capas
El sistema de capas ayuda a gestionar la temperatura corporal y responder ante cambios de la meteorología en entornos de montaña. (Copyright/Getty Images)

Vestirse bien en montaña empieza por las capas

Cuando salimos a la montaña, ya sea para practicar cualquier actividad o para disfrutar de una jornada de senderismo, no solo importa lo que llevamos en la mochila, sino también cómo nos vestimos. Un mal aislamiento o una prenda inadecuada puede arruinar la experiencia, sobre todo si el tiempo cambia o el esfuerzo aumenta. Por eso, conocer y aplicar correctamente el sistema de capas es esencial para regular la temperatura corporal, mantenerse seco y evitar incomodidades innecesarias.

El sistema de tres capas permite adaptar nuestra ropa al entorno, al ritmo de la actividad y a las condiciones meteorológicas. Es una forma inteligente, práctica y ligera de equiparse para disfrutar del aire libre con seguridad y confort.

No se trata de llevar más ropa, sino de vestirse con estrategia: cada capa cumple una función específica y, al combinarlas correctamente, logramos protección y versatilidad durante toda la jornada.


Primea capa: la capa íntima, en contacto con la piel

Esta capa es la que va pegada a la piel y su función es evacuar la humedad (sudor). Si fallas aquí, todo lo demás se descompensa.

Qué buscar en esta capa:

  • Tejidos técnicos de rápido secado: fibras sintéticas como el poliéster o la poliamida, o fibras naturales como la lana merina.
  • Ajuste cómodo pero no ceñido al extremo: suficiente para contacto con la piel, pero sin limitar movimiento.
  • Según la estación, puedes optar por mayor o menor grosor.

Evita: el algodón puro, ya que absorbe el sudor, seca lento y enfría al parar.

Cuándo usar solo esta capa: En días cálidos, con esfuerzo constante, sin previsión de lluvia ni viento. Ideal para rutas de baja exigencia y clima estable.


Segunda  capa: la intermedia, para aportar calor

Esta capa va sobre la primera, y su objetivo es mantener el calor corporal. También debe permitir que la humedad continúe evacuándose hacia el exterior.

Opciones habituales:

  • Forros polares de diferentes grosores.
  • Chaquetas con relleno térmico (sintético o natural).
  • Softshells: híbridos térmicos con buena movilidad, útiles cuando no se necesita protección impermeable completa.

Cuándo usarla:

  • En temperaturas frías o zonas de mayor altitud.
  • Durante las pausas, cuando el cuerpo pierde calor rápidamente.
  • Al inicio del día o cuando hay viento suave, pero sin lluvia.

tercera capa: la exterior, la “armadura” contra el clima

Esta es la capa que actúa como barrera ante los elementos: lluvia, nieve, viento. Es el tipo de prenda conocido como chaqueta hardshell. Su misión es bloquear la entrada de agua y aire frío, al tiempo que permite la salida del sudor en forma de vapor. Aunque no la uses desde el inicio, lleva siempre esta capa en la mochila. Te puede salvar el día en la montaña o tu jornada de senderismo.

Qué características debe tener:

  • Impermeabilidad y transpirabilidad, gracias al uso de membranas técnicas.
  • Costuras selladas, capucha ajustable, cierres eficaces en muñecas y bajos.
  • Ligereza para facilitar su transporte si no se lleva puesta.

Cuándo es imprescindible:

  • Si hay previsión de precipitaciones o viento fuerte.
  • En zonas de montaña de tiempo cambiante.
  • Siempre que vayas a estar muchas horas al aire libre, por prevención.

Cuando hablamos de una chaqueta hardshell, nos referimos a un tipo de prenda impermeable y transpirable formada por al menos dos capas laminadas: una capa exterior resistente y una membrana interna que actúa como barrera frente al viento y la lluvia. Esta construcción ofrece protección climática con mínimo peso y buena transpirabilidad, lo que la hace ideal para condiciones exigentes en montaña.

Al elegir una chaqueta de este tipo, presta atención a la columna de agua, un dato técnico que indica cuánta presión de agua puede soportar el tejido antes de empezar a filtrar. Para actividades en montaña, se recomienda un mínimo de 10.000 mm, aunque en terrenos más expuestos o en condiciones adversas, lo ideal es optar por valores entre 15.000 y 30.000 mm. Por debajo de 5.000 mm, una prenda se considera solo resistente al agua, no impermeable en sentido estricto.


¿Y cómo combinar las capas según la situación?

Una de las grandes ventajas del sistema es su versatilidad. Puedes adaptarlo según las condiciones del entorno o el esfuerzo físico que estés haciendo:

  • Mucho frío y mal tiempo → 1ª + 2ª + 3ª: protección total.
  • Frío seco → 1ª + 2ª: retención térmica sin impermeabilidad extra.
  • Lluvia o humedad con temperatura suave → 1ª + 3ª: protección exterior sin sobrecalentarse.
  • Buen clima → solo 1ª, o 1ª + ligera 2ª si hay brisa.

La clave está en tener las capas disponibles y gestionar activamente el calor corporal y la humedad. Quitar, poner o ventilar las prendas según subes, paras o cambia el clima.


Errores frecuentes que debes evitar

  • Usar algodón: se empapa con el sudor y te enfría.
  • Vestirte con una sola prenda gruesa: poca adaptabilidad al esfuerzo.
  • No llevar la capa impermeable: si llueve, te empapas.
  • No ventilar: sudas demasiado y luego te enfrías al parar.
  • Subestimar el entorno: la montaña cambia rápido y hay que estar preparado.

La clave está en saber combinar

Vestirse para la montaña no es cuestión de llevar más ropa, sino de llevar ropa adecuada, con funciones concretas y saber adaptarla a cada momento. El sistema de capas es la forma más eficaz de mantenerse seco, cálido y protegido sin cargar peso innecesario. Este sistema no solo mejora tu confort, también aumenta tu seguridad en la montaña. Vestirse bien es una parte esencial del disfrute.

En próximos artículos, te contaremos cómo elegir cada capa al detalle: qué materiales funcionan mejor, cómo combinarlas por estación, y qué errores debes evitar.

Guía rápida del sistema de capas para montaña

Primera capa:
Evacúa el sudor y mantiene la piel seca. Tejidos sintéticos o lana merina.

Segunda capa:
Conserva el calor corporal y favorece la transpiración. Forros polares, chaquetas térmicas o softshells.
Tercera capa:
Protege del viento, la lluvia o la nieve. Impermeable y transpirable.
Chaquetas hardshell construidas con membrana impermeable de dos o tres capas.

Consejo:
Combina según clima y actividad. Lleva siempre las tres y adáptalas sobre la marcha.

Objetivo:
Ir seco, cómodo y protegido sin exceso de peso.

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