Tres montañeros mueren alcanzados por un rayo en el Tirol

Tres montañeros mueren alcanzados por un rayo en el Tirol austríaco

Noticia

Tragedia en la montaña

El grupo, compuesto por dos hermanos y la esposa de uno de ellos, fue sorprendido por una tormenta al descender de la cumbre del Mittagspitze (2.635 m), en una salida que afrontaban con experiencia y confianza tras años de práctica en montaña.

tormentas electricas
Las tormentas eléctricas pueden ser mortales en montaña. Aprender a detectarlas y evitar riesgos puede salvar vidas. (Copyright/Getty Imatges)

El cielo se cerró sobre ellos. Tres montañeros  austríacos, dos hombres y una mujer de entre 60 y 62 años, murieron este domingo al ser alcanzados por un rayo en las laderas de la Mittagspitze (2.635 m), una de las cumbres más frecuentadas de la región del Tirol, al oeste de Austria. La tragedia ocurrió durante el descenso, cuando la tormenta irrumpió de forma repentina. No tuvieron tiempo de escapar.

Los tres formaban un grupo familiar. Dos hermanos y la esposa de uno de ellos. Habían iniciado su ruta por la mañana, confiando en una ventana meteorológica que pronto se tornó traicionera. Hacia las 12:30 del mediodía ya se encontraban descendiendo, alertados por un cambio brusco en el tiempo. Nunca llegaron a casa.

A las siete de la tarde, sin noticias del grupo, sus familiares dieron la voz de alarma. Se activó entonces una operación de búsqueda y rescate con participación de la policía, los servicios de emergencia alpina y un helicóptero. Finalmente, el equipo de rescate localizó los cuerpos sin vida en una zona señalizada, a unos 2.270 metros de altitud, en el término municipal de Flirsch (distrito de Landeck). El médico de urgencias confirmó que los tres habían muerto por el impacto de un rayo.

Tormentas en la montaña
Las tormentas eléctricas en alta montaña son imprevisibles y peligrosas. (Copyright/Getty Imatges)

Una muerte que aún impacta más por lo imprevisible

Las víctimas eran montañeros experimentados, según confirmó la policía local. Nada hacía presagiar una situación así al comenzar la jornada. Pero en montaña, la experiencia no siempre puede más que la meteorología. El impacto fue fulminante, sin margen de reacción. La recuperación de los cuerpos se realizó por vía aérea debido a las malas condiciones en altura.

Más allá del dolor por la pérdida, el caso reabre un tema esencial para la seguridad en la montaña. El  riesgo real que suponen las tormentas eléctricas, especialmente en verano.

¿Cómo evitar ser alcanzado por un rayo en la montaña?

Un rayo no cae por azar: esta descarga eléctrica se produce cuando la diferencia de potencial entre una nube cargada -normalmente un cumulonimbo- y el suelo alcanza niveles extremos, lo que provoca una descarga súbita de electricidad con intensidades que pueden superar los 100 millones de voltios. En la montaña, donde estamos más expuestos y más cerca del cielo, el peligro se multiplica. Pero, afortunadamente, una tormenta eléctrica suele avisar de su llegada. Saber interpretar estas señales y actuar con rapidez puede marcar la diferencia entre la seguridad y una tragedia.

Detectar la tormenta antes de que sea tarde

Una de las primeras señales de alerta son los cambios bruscos en el viento, especialmente si empieza a soplar con fuerza desde arriba y se vuelve frío. También debemos estar atentos al oscurecimiento repentino del cielo y la aparición de nubes muy desarrolladas en altura. Estas nubes, conocidas como cúmulo-nimbo, son las que generan la mayor parte de los rayos en alta montaña. Si escuchamos un trueno, debemos actuar con rapidez: si el sonido llega menos de 30 segundos después del relámpago, la tormenta está a menos de 10 kilómetros y el riesgo es muy elevado. De hecho, los rayos pueden impactar a más de 15 kilómetros del núcleo visible de la tormenta.

Los signos físicos más alarmantes, que indican la inminencia de una descarga, son el erizamiento del cabello, una sensación de hormigueo en el cuerpo o incluso zumbidos metálicos en el aire. En ese momento, es urgente ponerse a salvo o, si no hay alternativa, adoptar la posición de seguridad.

Cómo actuar si la tormenta te sorprende

El mejor consejo ante una previsión de tormenta es salir temprano y evitar estar en zonas expuestas durante la tarde, cuando son más frecuentes. Si ya estamos en la montaña y la tormenta se acerca, debemos abandonar inmediatamente crestas, cumbres, neveros y laderas abiertas, y buscar zonas más bajas como vaguadas o bosques densos (pero nunca bajo un árbol aislado ni cerca de agua o estructuras metálicas). No es recomendable refugiarse en cuevas poco profundas ni bajo salientes de roca verticales, ya que pueden canalizar la descarga.

En caso de no encontrar un refugio seguro, se debe adoptar la posición de seguridad: colocarse en cuclillas, con los pies juntos, sin apoyar las manos en el suelo, preferiblemente sobre la mochila o una prenda aislante. Es importante no tumbarse y reducir al máximo el contacto con el suelo. Si estamos en grupo, debemos separarnos al menos 30 metros entre personas para evitar que un solo rayo afecte a varios a la vez. También conviene alejar o aislar todo objeto metálico, como bastones, crampones o mochilas con bastidores.

Qué hacer cuando la tormenta termina

Una vez ha pasado la tormenta, no es seguro reanudar la actividad inmediatamente. Se recomienda esperar al menos 30 minutos desde el último trueno antes de volver a caminar o ascender. La mayoría de las lesiones por rayo no se producen por impacto directo, sino por corrientes de tierra o arco eléctrico lateral, así que minimizar la exposición es esencial.

La prevención comienza en casa: consultar el pronóstico, evitar rutas arriesgadas si hay riesgo de tormenta y asumir que la montaña no siempre perdona. La naturaleza es impredecible, pero nosotros sí podemos prepararnos para ella.

  | Qué hacer si hay tormenta eléctrica en montaña

  • Evita exponerte: no permanezcas en cumbres, crestas o zonas abiertas si hay tormenta en previsión.

  • Planifica con antelación: sube temprano y mantente por debajo de la línea de árboles por la tarde.

  • Detecta la tormenta: si el trueno suena a menos de 30 segundos del relámpago, está a menos de 10 km.

  • Aleja objetos metálicos: bastones, crampones o mochilas con bastidor, y sepáralos de ti.

  • Separa al grupo: al menos 30 metros entre personas para evitar corrientes de paso.

  • No te refugies bajo árboles aislados ni en cuevas poco profundas o junto a paredes verticales.

  • Adopta la posición de seguridad: en cuclillas, pies juntos, manos sobre las rodillas, sobre mochila o aislante seco.

  • Nunca te tumbes en el suelo: aumenta el riesgo de ser alcanzado por corrientes indirectas.

  • Espera tras la tormenta: al menos 30 minutos desde el último trueno antes de continuar la actividad.

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