El cuerpo de Esteve Carbonell podría haber sido hallado en el pico de Rulhe, en los Pirineos franceses. El deshielo provocado por las altas temperaturas de los últimos días habría dejado al descubierto el cadáver en una zona de difícil acceso. La gendarmería francesa, que confirmó el hallazgo, señala que por la ropa y las circunstancias podría tratarse del montañero catalán desaparecido junto a Txell Fusté el pasado 7 de diciembre.
El cuerpo, que estaba parcialmente enterrado bajo la nieve, fue localizado por un grupo de excursionistas españoles en el sector bajo del pico de Rulhe (2.783 m), dentro del departamento de Ariège, en la región de Occitania. Inmediatamente, las autoridades francesas procedieron al traslado del cadáver hasta Toulouse, donde se realizarán las pruebas forenses para confirmar su identidad.
La noticia fue adelantada por el diario regional francés La Dépêche, que citaba fuentes de la policía francesa. La desaparición de los dos montañeros catalanes conmocionó a la comunidad montañera de ambos lados del Pirineo. Las autoridades francesas mantienen contacto directo con las familias de los dos desaparecidos, a las que ya se ha informado del hallazgo.
Carbonell, natural del Berguedà, se encontraba en la zona realizando una travesía junto a Txell Fusté, originaria de Manresa, cuando ambos fueron sorprendidos por un fuerte temporal de nieve que les atrapó en alta montaña. Desde entonces, y a pesar de un amplio dispositivo de búsqueda que incluyó helicópteros, drones y brigadas de rescate especializadas, no se volvió a saber de ellos.
La localización de este primer cuerpo —aunque aún pendiente de identificación oficial— reabre también la esperanza de encontrar pistas sobre el paradero de la manresana. La gendarmería ha indicado que las tareas de rastreo continuarán en la zona durante los próximos días, aprovechando las mejores condiciones meteorológicas y la progresiva retirada de la nieve.