La cruz que preside la cima del Aneto (3.404 m), techo de los Pirineos, vuelve a lucir en su lugar tras casi dos años de ausencia. El GREIM de la Guardia Civil y el Destacamento Aéreo de Benasque, con apoyo de montañeros locales, completaron en helicóptero la operación de reinstalación de este símbolo histórico.
La pieza, de aluminio fundido, mide cerca de cuatro metros de altura por dos de ancho y pesa algo más de 90 kilos. Fue colocada por primera vez el 12 de agosto de 1951, en el marco del 75.º aniversario del Centre Excursionista de Catalunya, a iniciativa de su presidente, Lluís de Quadras i Feliu. Para llevarla hasta la cumbre, 75 montañeros la transportaron desmontada a hombros, llegando algunos a cargar hasta 18 kilos, y la levantaron y bendijeron ese mismo día. Desde entonces, se ha convertido en una imagen icónica para todo montañero que alcanza la cima, junto a la Virgen del Pilar y San Marcial, patrón de Benasque, que fueron colocadas años más tarde por inicitiva local.
La cruz fue retirada en septiembre de 2023 debido a su deterioro por el paso del tiempo, el viento y algunos actos vandálicos. La restauración ha corrido a cargo del herrero Miguel Ángel Plaza, cuarta generación de artesanos de Villanova, que ha devuelto a la pieza su envergadura original y reforzado su estructura para resistir las condiciones extremas de la cumbre. La última vez que la Cruz del Aneto fue noticia fue en 2018, cuando apareció pintada de amarillo en un acto vandálico que indignó al mundo montañero.
En la operación de desmontaje se aprovechó para retirar más de 20 kilos de basura acumulada en la cima, y ahora, de nuevo en su lugar, la cruz recupera su función simbólica y espiritual, presidiendo el último tramo del Paso de Mahoma y ofreciendo a quienes coronan el Aneto un punto de referencia cargado de historia y tradición montañera.