La expedición invernal al Annapurna (8.091 metros), organizada por Alex Txikon, afrontó el pasado 16 de enero uno de los episodios más tensos de su desafio. A unos 300 metros del Campamento 3, situado a 6.400 metros de altitud, una monumental avalancha sorprendió al equipo en plena ascensión. Entre los afectados estaban el alpinista italiano Mattia Conte y los cinco sherpas de confianza de Txikon: Chhepal Sherpa, Lakpa Sherpa, Pursang Sherpa, Tashi Sherpa y Gyalu Sherpa.
Dos avalanchas y un final afortunado
El equipo quedó atónito al observar cómo una primera avalancha, que se prolongó durante unos tres minutos, cortaba las cuerdas fijas que habían instalado apenas cuarenta minutos antes para asegurar su progreso, tras comprobar que las colocadas el pasado 31 de diciembre también estaban inutilizadas. Antes de que pudieran reaccionar, una segunda avalancha, aún más grande y devastadora, se precipitó desde lo alto, generando una situación límite. Afortunadamente, ninguno de los integrantes fue arrastrado por la nieve, aunque el incidente puso a prueba su temple, resistencia y capacidad de respuesta.

Mattia Conte relata los momentos críticos vividos en el Annapurna
En declaraciones exclusivas a Turiski, ya desde Katmandú, Mattia Conte describió los dramáticos momentos vividos en el Annapurna. «Fueron cinco minutos eternos. Suerte que estábamos junto a la pared. Yo, con el brazo derecho, sujeté a Chhepal Sherpa para que no fuera arrastrado. Fueron momentos de auténtico pánico. Tengo el hombro y el brazo lesionados, pero espero llegar a Milán para saber exactamente qué tengo. Por ahora hay molestias y algo de dolor, pero puedo soportarlo».
«Si no hubiéramos instalado la primera cuerda fija, probablemente no lo estaríamos contando»
Mattia no quiso concluir la conversación sin destacar el papel crucial de los sherpas, quienes forman parte del equipo de total confianza de Alex Txikon. «Debo agradecer la profesionalidad, la experiencia y el temple de los cinco sherpas que me acompañaban. Su capacidad para evaluar el riesgo y actuar con rapidez en situaciones críticas fue vital. Estoy convencido de que, si no hubiéramos instalado la primera cuerda fija, probablemente no lo estaríamos contando».

Además, subrayó que, pese a la peligrosidad del Annapurna en invierno, los sherpas demostraron una eficiencia impecable, desde el montaje de las cuerdas hasta su habilidad para mantener la calma durante el incidente. «Siempre confío plenamente en ellos; son el corazón y el alma de cualquier expedición», concluyó Conte.
Lesiones leves en el equipo
Además de la lesión de Conte, que será evaluada en Italia, dos sherpas sufrieron problemas musculares en la espalda debido al esfuerzo por mantenerse firmes durante la avalancha. Afortunadamente, ninguna de estas dolencias reviste gravedad.

Fin de la expedición
Este episodio marcó el final de la expedición invernal al Annapurna, considerada una de las más exigentes del mundo. El equipo decidió regresar al campo base y dar por concluido el proyecto. Mientras tanto, Alex Txikon, organizador de la expedición, sigue su recuperación en Euskadi tras la operación de urgencia por una apendicitis aguda en Katmandú. Desde su casa, ha seguido de cerca lo ocurrido y ha manifestado su alivio al saber que su equipo está a salvo.