El bilbaino Mikel Lorente, de 38 años y guarda titular del Refugio Cap de Llauset desde su inauguración en 2016, ha perdido la vida tras sufrir una caída de 300 metros mientras ascendía en solitario al Pico Russell Oriental (3.034 m), en el Parque Natural Posets-Maladeta, dentro del término municipal de Montanuy (Huesca). Su cuerpo fue localizado en la mañana del miércoles 5 de marzo por el Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil de Benasque.
Los Picos Russell se encuentran en el sector oriental del PN Posets-Maladeta y forman un conjunto de cinco cumbres que superan los tres mil metros de altitud. Estas cimas, de gran interés montañero, son: el Pico Russell (3.207 m), la Punta Brecha Russell (3.192 m), la Aguja Suroeste Russell (3.029 m), el Russell Central (3.205 m) y la Aguja Sur Russell (3.146 m). En esta ocasión, la ascensión se realizaba a la Punta Oriental Russell (3.034m), una de las variantes del macizo.
Búsqueda activada al no llegar al refugio
El aviso se recibió la tarde del martes, sobre las 18:26 horas, cuando el montañero no llegó al Refugio Cap de Llauset, donde tenía previsto pernoctar. Ante la alerta, se activó un dispositivo de búsqueda en el que participaron efectivos del GREIM de Benasque y la Unidad Aérea de la Guardia Civil de Huesca. Tras una intensa búsqueda nocturna y matinal, los equipos de rescate localizaron el cuerpo sin vida del montañero en una zona abrupta bajo la cumbre Pico Russell Oriental (3.034m).
Las primeras hipótesis apuntan a que Lorente sufrió un accidente mientras progresaba por el terreno, lo que provocó su caída fatal. El cadáver fue evacuado en helicóptero hasta la helisuperficie de Benasque, donde lo esperaban los servicios funerarios. Posteriormente, fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Huesca para la autopsia.
Una ruta exigente en alta montaña
El acceso al Pico Russell desde el Refugio Cap de Llauset es una ascensión exigente, con un desnivel acumulado de 885 metros y una distancia de 10,2 km ida y vuelta. El itinerario habitual pasa por el Collado de Vallibierna y el Collado de los Bucardos, con un tramo final de alta dificultad que puede requerir el uso de material técnico, especialmente en condiciones invernales.
Desde el refugio, es imprescindible informarse sobre el estado del terreno ya que en imvierno la presencia de nieve y hielo son constantes y es necesario tener practica en la utilización de piolet y crampones. En el periodo invernal, la prudencia y la experiencia en alta montaña son clave para afrontar con seguridad esta ruta.
