Tras 24 días de incertidumbre, fueron recuperados los cuerpos sin vida de los tres montañeros que desaparecieron en el nevado Artesonraju (6.025m), una de las cumbres más altas de la Cordillera Blanca en Perú, tras ser sorprendidos por una avalancha a más de 5.000 metros de altitud. La montaña está situada en la región peruana de Áncash. El trágico hallazgo se confirmó el 22 de junio y la operación de rescate culminó el 24, con el posterior traslado de los cuerpos a Huaraz para la autopsia. Las víctimas son los peruanos Efrain Pretel Alonzo y Jesús Picón Huarta, estudiantes del Centro de Estudios de Alta Montaña (CEAM), y el fotógrafo brasileño Edson Vandeira Costa.
Expedición truncada por una avalancha
Los tres montañeros habían partido el 29 de mayo hacia el Artesonraju, una imponente cumbre de 6.025 metros ubicada en la Cordillera Blanca, conocida tanto por su belleza como por su peligrosidad técnica. Su objetivo era ascender por la cara oeste, una ruta de glaciar altamente exigente, donde se perdió contacto con ellos poco después de su partida. Días más tarde, se supo que una avalanca en la vertiente noroeste habría sepultado su campamento.
Iker y Eneko Pou escalan en libre y estilo alpino la cara sur del Nevado Churup (5.493 m)
El operativo de búsqueda se desplegó en condiciones extremas, con cinco expediciones lideradas por la Asociación de Guías de Montaña del Perú (AGMP), agentes de la Policía Nacional del Perú (DEPSAM), voluntarios, familiares y montañistas locales. Al operativo se sumaron los primeros días también los reconocidos alpinistas Eneko e Iker Pou, quienes se encontraban en la zona realizando diversas rutas de escalada. Fue una misión de alto riesgo, debido a los constantes desprendimientos de nieve, las malas condiciones meteorológicas y la altura extrema. El uso de drones fue clave en la localización final de los cuerpos, gracias a una ventana de buen tiempo y visibilidad.
Rescate en altura y traslado aéreo
El equipo de rescate ascendió el lunes 23 de junio hasta el punto donde yacían los cuerpos, a más de 5.200 metros de altitud. Una vez allí, se realizó una evaluación del terreno y se diseñó una estrategia segura para su recuperación. Con apoyo de un helicóptero de la Policía Nacional, los cadáveres fueron izados desde el glaciar y trasladados a la localidad de Caraz, donde esperaban sus familiares. Posteriormente, fueron llevados a la ciudad de Huaraz para cumplir con los procedimientos forenses.
El Ministerio del Interior y el Ministerio de Defensa coordinaron el despliegue del helicóptero y los recursos necesarios para culminar la misión con éxito. En total, 22 personas formaron parte del operativo final, incluyendo guías experimentados, personal policial y rescatistas voluntarios.
Debate sobre la seguridad en montaña
La pérdida de estos tres montañeros ha generado conmoción en la comunidad andinista, tanto en Perú como en el extranjero. La familia del fotógrafo Edson Vandeira ha solicitado que los restos de su hijo permanezcan en la montaña, en respeto a su última voluntad, aunque su cuerpo fue igualmente evacuado. Por su parte, los allegados de Efrain y Jesús agradecieron el esfuerzo conjunto y el compromiso de los grupos de rescate.
Tras el accidente, la AGMP ha reiterado la necesidad urgente de que la región Áncash disponga de un helicóptero permanente para operaciones de emergencia en alta montaña. Solo en el último mes se han reportado tres accidentes graves en nevados de la zona, lo que evidencia la vulnerabilidad de los deportistas ante la falta de infraestructura adecuada para el rescate.
El caso de Efrain, Jesús y Edson no solo deja una profunda tristeza, sino también una lección pendiente: la importancia de contar con mejores recursos, protocolos de seguridad y coordinación institucional para proteger la vida en uno de los territorios más espectaculares del montañismo en Sudamérica.
Cronología del rescate en el nevado Artesonraju
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