Cristina Saturnino falleció de forma repentina a los 36 años en su casa de La Frontera, en la isla canaria de El Hierro, donde se había instalado en los últimos meses para vivir y entrenar en soledad, rodeada de naturaleza, de volcanes, de cielo abierto. Era su manera de entender el mundo. Correr con los pies en la tierra y el alma muy arriba. El martes, día de su cumpleaños, no respondió a las llamadas de sus amigos ni a los mensajes que empezaban a acumularse sin respuesta. Preocupados, un amigo fue a buscarla. La encontró ya sin vida. Según las primeras informaciones, la deportista se había acostado la noche anterior con normalidad, en vísperas de un viaje a Andorra.
Una despedida que nadie esperaba
La noticia ha conmocionado al mundo del trailrunning. Su patrocinador, Hoka España, fue el primero en compartir el adiós a través de un emotivo mensaje en redes sociales: “Hemos conocido la tristísima noticia del fallecimiento de Cristina Saturnino. Una mujer única, que vivió su sueño y que llegó a lugares que quizá nunca imaginó… Su legado perdurará en el corazón de amigos y familiares para siempre”.
Cristina había encontrado en El Hierro un refugio desde el que seguir preparando desafíos que solo están al alcance de quienes sienten la montaña como una forma de vida. Esta misma semana estaba inscrita para tomar parte en la Trail 100 Andorra by UTMB en Andorra.

Zegama, su última línea de meta
Su última gran competición fue la Zegama Aizkorri 2025, una de las carreras más míticas del mundo, donde terminó en la posición 48 femenina. Aquel dorsal, clavado con una sonrisa y unas ganas que nunca le faltaron, fue también un símbolo. Cris nunca corrió para los focos, sino para encontrarse a sí misma en la niebla, en el barro, en la cima, en el silencio. Corredora intensa, carismática y auténtica, había sabido ganarse el cariño de la comunidad del trail running no solo por su rendimiento, sino por su cercanía, por su energía positiva y por esa forma tan suya de vivir la montaña con el corazón abierto.
En tiempos de ruido, Cristina Saturnino eligió el camino contrario. Apostó por la profundidad, por la conexión con la tierra y con su cuerpo. En cada carrera dejó algo de ella y en cada cima encontró algo que llevarse. Quienes la conocieron saben que fue mucho más que una atleta. Fue una inspiración.
Además de corredora de montaña, Cristina Saturnino desarrolló su carrera como profesional de la nutrición deportiva, con especialización en alto rendimiento y deportes de resistencia. Compaginó su pasión por el trailrunning con el asesoramiento personalizado a otros deportistas, uniendo conocimiento técnico y experiencia en competición.
El trailrunning llora a Cristina Saturnino
La noticia del fallecimiento de Cristina Saturnino ha sacudido con fuerza a toda la comunidad del trailrunning. En cuestión de horas, las redes sociales se han llenado de recuerdos, mensajes y despedidas cargadas de cariño, admiración y tristeza. Porque para muchos, Cristina fue más que una corredora: fue amiga, referente, entrenadora, confidente… una presencia luminosa que dejó huella allá por donde pasó, con o sin dorsal.
Compartimos aquí algunas de las palabras más emotivas que resumen todo lo que significaba para quienes la conocieron. No importa tanto quién las firma, sino lo que dicen, y desde dónde nacen.
“Lo siento mucho, pero hizo en vida lo que quiso, como lo quiso y al nivel que quiso. Eso es vivir. No son los años que vives, sino la calidad de los mismos. Ánimo a todo su alrededor, pero años bien vividos a través de su pasión.”
“Antes de ayer hablando de proyectos nuevos y de ese abrazo que no nos dimos en Zegama… y hoy, en tu día, nos dan la peor noticia del mundo. Te voy a echar de menos, amiga. Espero que allí donde estés sigas disfrutando de lo que más te gustaba, porque yo aquí lo haré por ti. Gracias por ser siempre como eras conmigo.”
“Qué gran pérdida. Te recordaremos siempre. No me cansaré de contarle al mundo lo grandísima persona que eres. Lo siento, me cuesta escribir sobre ti en pasado. Vuela alto, Cris. Un abrazo muy grande a la familia y amigos.”
“He recibido la noticia en nuestra Dehesa… en la que compartimos kilómetros y charlas. Nos han quedado pendientes muchas carreras y muchas risas. Dejas un gran vacío y una enorme huella. Ahora solo pienso en encontrarme a tu madre para darle un fuerte abrazo.”
“Me quedo de piedra. Que la tierra te sea leve, compañera. Siempre has dejado una gran huella a los que te rodean, y siempre hemos aprendido mucho de ti. Buen viaje y vuela alto, SuperCris. Un abrazo muy grande para toda la familia.”
“Por ella empecé a correr. Me enseñó, me entrenó, y conseguí correr la Maratón de Madrid gracias a ella y su amor por el running. No me puedo creer esta noticia, me ha roto el corazón. Siempre estarás en el corazón de todos los que tuvimos la suerte de conocerte.”
“Ay, Cris… me ha roto el corazón esta noticia. Esa sonrisa eterna y esa sencillez que tanto admiraba de ti. Gracias por dejarnos tantos buenos momentos. Que el cielo te dé muchas metas y montañas para que sigas disfrutando. Te echaremos de menos por Peñalara, campeona.”
Desde Turiski, nos sumamos al dolor por la inesperada pérdida de Cristina Saturnino, una mujer que vivió el trailrunning y la montaña con pasión y autenticidad.