Nepal anunció un aumento significativo en las tarifas para escalar el Everest (8.848,metros), con vigencia desde el 1 de septiembre de 2025. El precio del permiso para extranjeros durante la temporada de primavera se incrementará de 11.000 a 15.000 dólares por persona, anunció Indu Ghimire, secretaria adjunta del Ministerio de Turismo. Este ajuste supone un alza del 36 % y se produce ocho años después del último aumento.
En las temporadas menos concurridas, las tarifas también subirán. En otoño, el precio pasará de 5.500 a 7.500 dólares, mientras que en invierno y el periodo del monzón aumentará de 2.750 a 3.750 dólares. Además, la validez de los permisos se reducirá de 75 a 55 días.
Everest: razones del aumento de tarifas
El incremento busca controlar la creciente masificación del Everest, que año tras año atrae a miles de escaladores. Esta situación ha generado un impacto ecológico significativo en las laderas de la montaña, que es parte de un ecosistema extremadamente frágil. «Con el aumento de la demanda, es imperativo reforzar las regulaciones para preservar la montaña», señaló Ghimire.
Medidas ambientales y sostenibles
El gobierno nepalí también ha actualizado las normativas de montañismo con el objetivo de reducir la contaminación. Una de las medidas destacadas es la obligatoriedad de utilizar bolsas biodegradables para los desechos humanos, especialmente en los campamentos situados a mayores altitudes. Estas medidas ya se anunciaron el año pasasado, pero lamentablemente los gobiernos nepaleses, que cambian con frecuencia, se han ganado en los últimos años la reputación de anunciar con mucha frecuencia nuevas regulaciones sin aplicarlas posteriormente.
Durante la temporada de primavera de 2024, las autoridades recogieron cerca de 100 toneladas de basura del Everest. Sin embargo, muchas agencias aún recurren a prácticas insostenibles, como la excavación de fosas a cielo abierto en los campamentos superiores. Ghimire también mencionó la necesidad de aumentar los salarios y las coberturas de seguro para los porteadores, guías de altura y demás trabajadores locales, quienes desempeñan un papel crucial en las expediciones.
Masificación y riesgos
En la primavera de 2024, más de 600 personas, incluidos 200 extranjeros, alcanzaron la cima del Everest desde Nepal. No obstante, se reportaron ocho muertes durante la temporada, subrayando los riesgos inherentes de la escalada. Desde 1953, casi 8.900 personas han coronado el Everest desde el lado nepalí. Este flujo constante de montañeros no solo representa un desafío logístico, sino también una amenaza para el equilibrio ambiental de la región.
The NeverRest Project y Nepal presentan el primer Campamento Base Sostenible del Everest
El compromiso de Nepal con el futuro
El Tribunal Supremo de Nepal ha instado al gobierno a limitar las escaladas y garantizar prácticas sostenibles para preservar el Everest para futuras generaciones. El aumento en las tarifas y las nuevas regulaciones son parte de este esfuerzo.
Con un campamento base que alberga a más de 2.000 personas cada temporada, las autoridades buscan equilibrar el atractivo turístico del Everest con la necesidad de conservar su ecosistema único. «Queremos que los montañeros disfruten de la experiencia, pero no a costa de la montaña ni de las comunidades que dependen de ella», concluyó la representante del Ministerio de Turismo.
El aumento de las tarifas no parece ser un freno efectivo para la masificación en el Everest. El turismo de altura, en su mayoría compuesto por montañeros internacionales, está dispuesto a pagar sumas significativas más allá del coste del permiso de ascenso. Estas expediciones suponen una inversión considerable, que incluye servicios como guías, porteadores, equipos especializados y logística, todo lo cual encarece notablemente el costo total de alcanzar la cima del mundo.
El desafío de limitar los permisos en el Everest
Quizá el verdadero desafío no radica únicamente en aumentar el precio de los permisos, sino en reducir la cantidad de autorizaciones que se emiten cada temporada. Limitar el número de montañeros podría ser una medida más eficaz para mitigar la masificación y el impacto ambiental. Sin embargo, en Nepal, el himalayismo no solo es una tradición profundamente arraigada, sino también una industria clave que sustenta a miles de familias.
El negocio de las expediciones se ha convertido en una fuente de ingresos vital tanto para las comunidades locales como para las agencias de trekking nepalis, quienes dependen en gran medida de la afluencia de escaladores para su subsistencia. Reducir drásticamente los permisos podría tener repercusiones económicas significativas en un país donde la montaña es mucho más que un destino turístico: es una fuente de vida y oportunidades para quienes viven en sus alrededores.
Muchos se preguntan si Nepal será realmente capaz de implementar estas medidas de manera efectiva y controlar tanto la masificación como los problemas ambientales que aquejan al Everest, especialmente considerando el historial de regulaciones anunciadas que no han sido cumplidas o aplicadas en su totalidad.