Un hombre de 59 años, vecino de Leioa (Vizcaya), perdió la vida este sábado mientras realizaba una ruta de senderismo en la Mesa de los Tres Reyes, en el término municipal de Ansó. El aviso se recibió a las 12.50 horas y movilizó al GREIM de Jaca y a la Unidad Aérea de Huesca. Tras localizarlo, los rescatadores confirmaron que el senderista había sufrido una parada cardiorrespiratoria que resultó fatal. No se puede afirmar con certeza, pero no se descarta que factores como el agotamiento físico, un posible golpe de calor y las altas temperaturas registradas en la zona en las horas centrales del día pudieran haber contribuido a precipitar la parada cardiorrespiratoria que sufrió el senderista.
Su cuerpo fue evacuado en helicóptero a la helisuperficie de Jaca y posteriormente transferido a los servicios funerarios. Sus dos acompañantes, de 56 y 52 años, vecinos de Leioa y Loiu, resultaron ilesos y fueron trasladados al Refugio de Linza.
Actividad febril para los equipos de rescate
El trágico suceso se produjo en un fin de semana marcado por una intensa actividad de los grupos de rescate, con numerosas intervenciones en la montaña aragonesa, algunas de ellas por accidentes que podrían haberse evitado con una mejor planificación o preparación física.
El jueves, los equipos atendieron tres rescates de diversa gravedad. A primera hora de la mañana, dos jóvenes franceses de 20 años quedaron enriscados en el Pico Torre de Marboré, en Fanlo, siendo evacuados ilesos en helicóptero tras un complicado apoyo parcial en la cima. Poco después, una montañera que sufrió una caída de piedra en el Collado Forqueta (Sahún) fue evacuada con una rotura de dedo y contusiones en la mano. Por la tarde, un barranquista resultó herido en el Barranco Peonera, en Bierge, tras un salto mal ejecutado que le provocó un fuerte dolor lumbar y la imposibilidad de continuar el descenso.
Evacuaciones por agotamiento y golpes de calor
El viernes continuaron las intervenciones. Un senderista de 85 años, vecino de Cerler, fue evacuado desde la Cascada de El Bom por mareos e incapacidad para caminar, previsiblemente causados por la combinación de calor, esfuerzo y deshidratación. Horas después, un hombre de 67 años que realizaba la GR-11 en Aragüés del Puerto sufrió un cólico nefrítico y fue trasladado al hospital de Jaca. En Ordesa, un senderista de Lleida tuvo que ser rescatado tras torcerse el tobillo en la Senda de la Cola de Caballo. Por la noche, tres menores de 17 años, vecinos de Terrassa, quedaron exhaustos en el Ibón de Truchas y precisaron ayuda para regresar.
El domingo por la mañana, el GREIM volvió a intervenir en la zona de Robiñera, donde dos senderistas de Barbastro quedaron bloqueadas en la ruta normal al pico. Una de ellas sufrió un ataque de ansiedad por miedo a las alturas, siendo ambas evacuadas en helicóptero hasta el aparcamiento de Petramula.
Situaciones que invitan a la reflexión
Desde los equipos de rescate se insiste en la importancia de la prudencia, la preparación y la planificación realista de las actividades en montaña, recordando que muchos incidentes están relacionados con golpes de calor, falta de experiencia o sobreesfuerzo físico. Las intervenciones de estos días reflejan un incremento notable de los rescates, coincidiendo con el auge de visitantes en el arranque del verano.