Zegama, para muchos corredores de montaña, no es simplemente una carrera. Es un rito. Una comunión salvaje entre barro, niebla, esfuerzo al límite y un público que no deja de empujar con su aliento. Quienes ascienden hacia el Aizkorri rozan el delirio y sienten que forman parte de algo que va más allá del deporte. Este domingo 25 de mayo, el pequeño municipio guipuzcoano volverá a vibrar al paso de una de las pruebas más icónicas del trailrunning europeo. Para muchos, es la carrera de las carreras, el escenario donde la montaña y la épica se funden en un ambiente indescriptible, con la emoción a flor de piel. En su 24ª edición, la Zegama-Aizkorri reunirá una vez más a una parte de la élite del skyrunning en un recorrido tan técnico como sagrado. Como viene siendo habitual en los últimos años la carrera forma parte del circuito de las Golden Trail World Series.
Un total de 545 corredores, 79 de ellos mujeres, se enfrentarán a los 42 kilómetros y 5.472 metros de desnivel acumulado que recorren el macizo de Aratz y la sierra del Aizkorri. Y aunque este año no estará su gran dominador —Kilian Jornet, once veces vencedor—, la emoción está más viva que nunca. Porque sin rey, la corona pesa más… y muchos la quieren. Su ausencia convierte esta edición en una de las más abiertas, intensas y simbólicas que se recuerdan.
El vacío de un mito: Kilian no estará en Zegama
Durante más de una década, Kilian Jornet ha sido el alma de Zegama. El catalán ganó por primera vez con solo 19 años, en 2007. Desde entonces, ha cruzado la meta como vencedor en once ocasiones (2007, 2008, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015, 2017, 2019, 2022 y 2024), marcando además el récord de la prueba en 2022 (3h36’40’’). Su forma de correr —ligero como un suspiro, técnico como un cirujano— se fundía con el barro, el roquedo y el clamor de Sancti Spiritu.
Este año, Jornet ha decidido no participar por motivos de calendario. Una ausencia que es mucho más que una baja. Es la apertura de un nuevo relato, donde otros corredores podrán intentar conquistar el trono del que fue, durante más de una década, rey indiscutible del Aizkorri.
Favoritos sin dueño: el trono está libre
La categoría masculina llega más abierta que nunca. Con Kilian fuera, los focos apuntan a nombres como el leonés Manuel Merillas, uno de los grandes especialistas españoles en carreras técnicas, o el marroquí Elhousine Elazzaoui, explosivo, en gran forma y segundo el año pasado. Merillas ya ganó Zegama el año 2023. Otro nombre destacado es el del noruego Stian Angermund, que regresa a la competición tras cumplir una sanción de 16 meses por dopaje. Ganó en Zegama en 2017 y su regreso, tras más de un año fuera de escena, añade un punto de incógnita.
También estarán el italiano Roberto Delorenzi, el siempre combativo Nadir Maguet, o el vasco Aritz Egea, que ha anunciado que esta será su última Zegama como corredor élite. Raul Butaci, Jan Margarit, Andreu Blanes, Alain Santamaría, Abel Carretero o Antonio Martínez podrían dar la sorpresa si todo les sale de cara. El nivel lo tienen, y si alguno encuentra su mejor versión el domingo, no sería descabellado verlo peleando por el podio. En una carrera tan imprevisible como Zegama, siempre hay espacio para un tapado que, si tiene el día, puede colarse entre los grandes.
La élite femenina entre generaciones
En la categoría femenina, en cambio, hay continuidad en la cima. La noruega Sylvia Nordskar defenderá su título logrado en 2024 con autoridad. A su lado, la china Miao Yao, la suiza Judith Wyder y una potente representación local forman un cuadro de lujo. Las veteranas corredoras vascas Oihana Kortazar y Maite Maiora, que superan ya los 40 años, son la experiencia personificada. Conocen cada recodo del Aizkorri, cada emboscada del barro, y siempre lo dan todo en esta carrera que corre también por sus venas.
Pero los ojos están también sobre una nueva generación que ha crecido con Zegama como referencia vital. Malen Osa, segunda en 2024, regresa con la ambición intacta y el aliento de toda una afición empujándola cuesta arriba. Junto a ella, Sara Alonso, otra de las grandes bazas vascas, vive este 2025 como una auténtica revancha emocional. El año pasado no pudo correr tras ser ingresada por una neumonía grave, que se manifestó apenas 48 horas antes de la salida con una fiebre alta y dolor en el pecho. “Zegama lo significaba todo para mí”, escribió entonces. Esta vez vuelve más fuerte, con más ganas, y con la certeza de que ya sabe lo que es subir al podio, ya que finalizó tercera en 2022. Correrá como lo hace ella: con alma, en casa, y por lo que el año pasado no pudo ser.
Victoria para Naiara Irigoyen y Omi Ryunosuke en el Kilómetro Vertical de la Zegama 2024
Puntos clave del recorrido
Zegama es una maratón (42,195 km), pero no se parece a ninguna otra. Con 5.472 metros de desnivel acumulado, su trazado cruza el macizo de Aratz y la sierra del Aizkorri, subiendo a cimas como Aratz, Aizkorri, Aitxuri y Andraitz. Pero no son las cifras lo que la hacen única. Es su trazado técnico, su barro épico, su atmósfera y el fervor de su gente.
Los corredores deberán gestionar bien desde la salida, donde la emoción puede jugar malas pasadas. En el km 7 (Otzaurte) empieza el bullicio. Desde ahí, el tramo hasta Atabarreta (km 13) exige cabeza fría. La subida a Aratz (km 16) y el mítico paso por Sancti Spiritu (km 20) —con más de 500 metros de desnivel en apenas dos kilómetros— separan a los valientes de los temerarios. En el km 22, la cresta del Aizkorri y el punto más alto en Aketegi (1.551 m) exigen concentración y técnica.
La bajada de Aitxuri (km 23-25) puede ser una trampa mortal con lluvia. Y el último tramo, desde Urbia hasta Andraitz (km 29-30), es donde se decide todo. Después, solo queda sobrevivir a una bajada engañosa hasta la meta de Zegama, donde las lágrimas y la ovación de un pueblo valen más que cualquier medalla.
El tiempo como juez: barro asegurado
La previsión meteorológica para el domingo 25 de mayo apunta a lo que muchos esperaban: lluvia débil, temperaturas entre 10 y 18ºC, y viento moderado. Traducido al idioma de Zegama: barro, niebla, y épica. Un escenario perfecto para que la montaña —y no el crono— marque el ritmo. El terreno técnico se volverá aún más resbaladizo, y la gestión del calzado, la técnica de bajada y la capacidad de sufrir marcarán la diferencia. Zegama sin barro es un milagro. Y en 2025, parece que ese milagro no ocurrirá.
Dónde ver la Zegama-Aizkorri 2025La carrera podrá seguirse en directo tanto en televisión como por streaming. El evento contará con una amplia cobertura en euskera, castellano e inglés, para llegar a aficionados de todo el mundo. La retransmisión oficial arrancará el domingo desde primera hora, y permitirá seguir cada paso por el barro, las crestas y el calor del público de Zegama. Canales y plataformas donde seguir la carrera en directo:
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