◄ Antonio de la Rosa zarpa de San Francisco con destino a Honolulu para convertirse en el primer navegante en cruzar el océano Pacifico remando de pie una embarcación SUP tuneada.
Antonio de la Rosa comenzó su aventura náutica de cruzar el océano Pacífico en solitario a bordo de una embarcación tuneada de SUP -7 metros de eslora-, remando de pie y en solitario los casi 5.000 km que le llevarán de Sausalito, en la bahía de San Francisco, a Honolulu en Hawái. Tras dos semanas de espera en Fort Baker, el 9 de junio partió a las seis de la mañana para afrontar su reto oceánico y lo hizo sin ningún despliegue mediático, casi de forma anónima. Ninguno de los grandes medios de comunicación, que demasiadas veces van a “golpe” de comunicado de prensa o a expensas de la Agencia EFE, se han hecho eco del inicio de su aventura.
Fue despedido por un grupo de amigos y prácticamente no hay fotografías de su salida a mar abierto o debajo del puente Golden Gate, el gran icono de San Francisco. El aventurero vallisoletano llevaba dos semanas en San Francisco. La última fue de auténtico maratón de MacGyver como el propio aventurero reconoció antes de partir al señalar que “ha sido de locura. Los problemas en la instalación eléctrica debido a un inversor incompatible con la carga de placas solares y las baterías me han tenido un poco preocupado. La radio que lleva el sistema AIS –Automatic Identification System- que sirve para ver y ser visto por otros barcos en el océano, resulta que compre la mejor y ha salido con un defecto de fábrica, increíble”.
De la Rosa embarcó comida liofilizada para tres meses, aunque su objetivo es recorrer esos casi 5.000 kilómetros en setenta días, a una media de entre 50 y 80 km diarios. En concreto 90 raciones de 3000 calorías diarias. Para explicar su aventura Antonio de la Rosa instaló un completo equipo de comunicación para explicar el día a día de su navegación en sus redes sociales. 48 horas después, el navegante dio el primer parte de navegación. Su cuaderno de bitácora en esta ocasión es su facebook.
Antonio de la Rosa estaba muy satisfecho, tras las primeras millas recorridas y destacó que “el resultado ha sido mucho mejor de lo esperado. El domingo salí de Cavallo Point, a escasos metros de Golden Gate con buenísimas previsiones, bajada de marea grande que me permitiría durante unas seis horas separarme lo suficiente de la costa y escaso viento del nordeste. Frente a las costas de San Francisco esta una “rotonda de giro” para los grandes buques mercantes y de pasajeros, sin duda unos de los grandes peligros. Yo salí por el norte de la entrada principal de mercantes a la Bahía, una vez que pase la boya acústica que se escucha a muchos kilómetros, el viento del noroeste me obligo a remar duro para cruzar los 2 canales de los 3 existentes, el que viene del norte, Alaska y Japon y el que viene de Asia, el tercero que viene cerca a la costa de México son los barcos que han cruzado el Canal de Panamá. Siempre lo he dejado por dentro, pero es el más peligroso y en la tarde el viento me estuvo empujando a él, aunque pude evitarlo.
En la noche y tras 15 horas de navegación el viento se paró por completo y pude descansar a ratos. El segundo día ha sido más completo, sin viento, el océano como un plato y un calor sofocante que hace duro estar remando. Ballenas, focas, delfines y peces luna me han acompañado este segundo día, en la noche la proximidad de las ballenas golpeando el agua ha sido algo inolvidable.
Lo malo fue que el viento ayer tarde cambio al suroeste, me subía y me llevaba hacia San Francisco, y decidí poner el ancla de capa -el ancla flotante es un cono de lona resistente que no se hunde hasta el fondo y ayuda a mantener la posición- aunque no sirvió de mucho ya que la corriente de casi 2 km/ viene del sur, lo que hace que me arrastre.
Por la mañana, tras haber perdido unos 15 kilómetros y hacer un gran Lupin, algo que ya esperaba, comienza otro día de “calma chicha” sin viento, algo que es sorprendente y extraordinario en esta época del año donde el 99% del tiempo hay viento norte fuerte.
Parece que para el jueves vendrá un buen meneo del norte y nordeste, tendrá que tener cuidado para navegar hacia Hawai y que no me lleve a aguas de la Baja California y luego no consiga remontar al Oeste.”
Los interesados en seguir su aventura pueden acceder a su Facebook y a su página web para conocer su posición exacta en el oceáno Pacífico.
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