Alex Txikon aborta el ataque a la cima Manaslu por el viento

Inicialmente la cordada tenia previsto subir a la cima a partir de las diez de la noche del domingo, pero el fuerte viento reinante lo impidió.

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Alex Txikon y el resto del equipo equiparon la montaña hasta los 7.000 metros, pero decidieron esperar una ventana de buen tiempo para el ataque final a la cima del Manaslu. (Copyrigh/ Phelipe Eizagirre)

La rachas de viento superiores a 70km/h obligaron a Alex Txikon y su equipo regresar al campo base del Manaslu.

Alex Txikon y el resto del equipo decidieron dar marcha atrás y abortar el intento de ascender a la cima del Manaslu. A unos 6.750 metros, el viento comenzó a soplar con mucha fuerza -70km/h-, lo que significaba que en la cumbre su fuerza fácilmente sobrepasaba los 100 km/h. Ante esta perspectiva y antes de quemar energías, Alex Txikon e Iñaki Álvarez consensuaron la decisión de regresar para esperar una nueva ventana de buen tiempo.  La cordada tras llegar al campo base confirmó que lograron equipar la montaña hasta los 7.000 metros tras realizar un grandísimo esfuerzo los últimos días por la gran presencia de nieve.  

Una vez llegado al campamento base Alex Txikon manifestó que “el viento y la nieve nos han obligado a bajar. Sin embargo, cuando el tiempo nos apoye volveremos a intentarlo. Llegamos hasta los 7.000 metros, que es muchísimo. Estamos muy contentos con todo lo conseguido. Ahora a descansar y cuando se nos abre una nueva ventana, otra vez arriba”.

Alex Txikon, Iñaki Álvarez y el resto de sherpas ya se hallan en el campo base del Manaslu, a la espera de una nueva oportunidad 

Alex Txikon Manaslu
Todo el equipo se encuentra en el campo base del Manaslu. (Copyrigh/ Phelipe Eizagirre)

El alpinista vasco reconoció que “están siendo unos días muy duros e intensos, en ocasiones arriesgando más de la cuenta, pero a la vez muy gratificantes. Nos estamos pegando una paliza tremenda contra la montaña, pero estamos disfrutando mucho. Tenemos el ánimo muy alto porque cada vez vemos más cerca la cumbre. En esta ocasión, aunque queríamos intentarlo, no ha sido posible. Nos nevó la noche del 9 al 10 de febrero, justo antes de que se abriera esta ventana de buen tiempo. Sabíamos que iba a nevar, pero cayó más de un metro y condicionó mucho nuestro trabajo. Estamos muy satisfechos con nuestro progreso y volveremos a por todas en cuanto podamos”.

Todo el equipo se reencontró con Simone Moro que seguía en el campo base. El taliano bajo a buscar unos crampones, tras dejar los suyos a Iñaki Álvarez y prefierio quedarse ya que daban 48 horas de mal tiempo. Según las previsiones meteorológicas con las que trabaja el equipo, a partir de miércoles o jueves la meteorología mejorará mucho.

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